Estoy convencido de que uno de los mayores problemas que estás encontrando es que aún no has tenido la oportunidad de enfrentarte al mundo real con un primer trabajo. Y es normal. Sin saber qué hacer, la búsqueda de empleo en la arquitectura puede resultar muy costosa.
Personalmente, comencé mi andadura profesional con unas prácticas donde vi cómo funcionaba un proyecto de arquitectura en la calle: el papeleo que había que llevar, las facturas, los presupuestos, el olor de la tinta de los planos en la oficina, el tacto del acero en la obra.
Sinceramente, no te haces una idea de lo abiertos que están otros arquitectos a compartir su conocimiento y dejar espacio a las nuevas generaciones que vienen detrás. Y tiene sentido, pues en cierto modo se ven a ellos mismos hace unos cuantos años.