En el año 1971, el director Stanley Kubrick decide llevar a la pantalla grande la novela "A Clockwork Orange", escrita por Anthony Burgess en 1962. Basada en el choque entre la libertad y la moral de los individuos -y la corrupción del ser humano en base a la represión de los sistemas sociales y políticos-, la obra presenta un futuro cercano distópico, frío e inhumano, que se plasma en el espacio y la arquitectura que envuelve cada una de sus escenas.
Una serie de edificios y lugares notables fueron incluidos en la cinta, entre ellos, los interiores de Skybreak, una casa de campo diseñada por Norman Foster, Wendy Cheesman y Sir Richard Rogers.