Rumbo a convertirse en el rascacielos más alto de China y el segundo rascacielos más alto del mundo, la torre diseñada por los arquitectos de Gensler ha superado recientemente los 632 metros. Al término de 2014, la mega estructura en espiral completará un trío de torres -además de la torre Jin Mao y el Shanghai World Financial Center- para convertirse en el centro comercial de la ciudad, uno de los principales centros financieros de Asia, desarrollados a partir de tierras agrícolas en tan sólo 20 años.
Definido por una serie de jardines elevados, la torre albergará oficinas y locales comerciales Clase-A, así como un hotel de lujo y lugares de interés cultural.
Sigue leyendo para saber cómo la estructura de la Torre Shanghai ahorró millones en su construcción y por qué va a lograr la Certificación LEED Oro.