La pandemia del COVID-19 que ya afecta a más de 180 países en el mundo, ha cambiado nuestra forma de relacionarnos con todo. Nuestras prácticas sociales y de consumo se ven limitadas y hemos debido echar mano de las herramientas digitales para mantener la distancia mientras intentamos seguir operativos. Ante este nuevo panorama, conceptos como el home office y el e-commerce comienzan a hacerse habituales.
Hace unas semanas revisamos cómo los arquitectos nos estamos adaptando al teletrabajo, buscando mantener una adecuada producción de manera remota. No es difícil pensar en que las primeras etapas del proceso de diseño puedan realizarse fácilmente desde casa, pero qué ocurre en las fases tardías en las que el arquitecto debe trabajar en la obra, o elegir y especificar los materiales y productos necesarios para su construcción?