En su edición número 30, la Feria Internacional del Libro de Bogotá (FILBo) recibió a Francia como país invitado de honor. Este año, la feria se sumó como participante activo al año Colombia-Francia y puso a disposición todo un pabellón para la exposición de libros y realización de diferentes actividades organizadas por su invitado europeo.
En un trabajo conjunto con el gobierno de Francia y la comisaria Anne Louyot, se encargó la ambientación del pabellón al arquitecto Manuel Villa y su equipo. La firma ya había trabajado anteriormente en el diseño de espacio expositivos como la tienda del Museo del Banco de la República o el Pabellón Macondo dos años antes también para la Feria del Libro. Sin embargo, esta vez la estrategia se enfocó en distribuir las cuatro secciones principales del pabellón en diferentes volúmenes flotantes a los costados de la circulación principal. Para esto, se buscó organizar un tejido geométrico cortado por un eje diagonal que atraviesa el recinto y conforma una gran galería o pasaje como los que han de encontrarse en las ciudades francesas.