Introducida por Rudolf Steiner, la pedagogía Waldorf se alimenta de los principios de la filosofía antroposófica. Una de las principales características de su enfoque pedagógico es la suposición de que la formación de un ser humano debe ser holística: sus sentimientos, su imaginación, su espíritu y su intelecto serían una composición única, señalando que los pensamientos, sentimientos y acciones estarían siempre vinculados.
Entonces, el enfoque de la filosofía es desarrollar individuos capaces de relacionarse con ellos mismos y con la sociedad (inteligencia inter e intrapersonal); habilidades que son fundamentales para los desafíos del siglo XXI. Este aprendizaje se da con fuerza en las escuelas que siguen este método, introduciendo a las familias en el entorno escolar y transformándolas en una comunidad. Revisemos su funcionamiento y sus implicancias, a continuación.