
Los seres humanos pasamos cada vez más tiempo en nuestras oficinas o viviendas, y los estudios demuestran que pasamos un 87% de nuestras vidas en recintos cerrados. Los ambientes agradables influyen positivamente en el estado de ánimo y el bienestar de sus ocupantes, así como los lugares mal iluminados e incómodos pueden hacer que la vida sea más abrumadora y difícil. Es por eso que el detalle en el diseño de interiores es tan importante, incluso cuando algunos profesionales la consideran como una 'disciplina menor'. Al diseñar un interior, el arquitecto tiene el poder de alterar variables importantes, como la iluminación artificial, la luz natural, las proporciones y los materiales, influyendo directamente en la experiencia de las personas en el espacio.