“Nadie habrá dejado de observar que con frecuencia el suelo se pliega de manera tal que una parte sube en ángulo recto con el plano del suelo, y luego la parte siguiente se coloca paralela a este plano, para dar paso a una nueva perpendicular, conducta que se repite en espiral o en línea quebrada hasta alturas sumamente variables”, dice Julio Cortázar en sus Instrucciones para subir una escalera.
De todos los elementos arquitectónicos existentes, las escaleras han estado siempre entre los más interesantes y curiosos. Teóricos, arquitectos y escritores han hablado de ellas a lo largo del tiempo, compartiendo sus percepciones y describiendo sus diferentes aspectos. Este enigmático elemento, que es muchas veces el protagonista de emblemáticas obras arquitectónicas, esconde muchas historias y alberga unas cuantas más.