Diseñado por Fabián Leiva, el proyecto Cementerio Flotante fue elegido uno de los 10 ganadores en la categoría Proyectos de Título del Concurso Arquitectura Caliente 2018 (CAC 2018), certamen chileno organizado por el Grupo Arquitectura Caliente y con el financiamiento del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
El año 2004 se inunda inesperada e irremediablemente el embalse Ralco en la Región del Biobío, sepultando bajo sus aguas el cementerio de la comunidad pehuenche del lugar. Tras años intentando recuperar los cuerpos, investigaciones demostraron la inviabilidad del rescate, dejando a los pobladores de brazos cruzados frente a los millones de metros cúbicos de agua que los separan del cementerio. De esta situación nace la idea de crear un espacio en memoria de un lugar sagrado, vulnerado e imposible de recuperar, que acerque a la comunidad a sus muertos y condene eternamente el hecho.