Descripción enviada por el equipo del proyecto. Entre los barrios de Opañel y Comillas en el distrito de Carabanchel de Madrid, abre La Calor, un estudio de arte y serigrafía dirigido por los artistas Bruno del Giúdice y Candela Sotos. El estudio cuenta con un amplio espacio diáfano de trabajo de 90 m2 y un gran jardín trasero de 120m2. Se han realizado 3 actuaciones principales: abrir la fachada trasera para conectar el estudio con el jardín, la construcción de una estructura ligera para habilitar un espacio en segunda planta y acondicionar el espacio para su nuevo uso.
El local, un antiguo taller de ebanistería, solo contaba con acceso al jardín a través de una pequeña puerta opaca. Para vincular ambos espacios, se ha llevado a cabo la demolición de parte de la fachada trasera, instalando un nuevo cargadero para habilitar la apertura de una nueva puerta de dos hojas de grandes dimensiones, enfatizando una relación fluida del espacio interior con el exterior. Esta actuación junto a la tonalidad del color elegido para el suelo, mejora considerablemente la iluminación natural del espacio de trabajo y reduce al mínimo la dependencia de iluminación eléctrica durante gran parte del día.
Para articular todo el espacio de trabajo, se ha realizado el montaje de una nueva estructura de acero y madera para habilitar un espacio en segunda planta que permita tener un estudio independiente. La antigua escalera lineal que daba acceso a la planta superior ha sido sustituida por una esbelta escalera de caracol que optimiza y libera todavía más la planta baja. Por último, el nuevo taller ha exigido un acondicionamiento completo de las instalaciones, aprovechando las bases de luminaria y cableado existente.
Las dependencias necesarias para almacenar bastidores, útiles y obra gráfica, así como aseos y cocina, quedarán compactadas en el área intermedia del taller, permitiendo mantener la libre disposición en el espacio de la maquinaria de serigrafía. La máquina de estampación permitirá trabajar con bastidores de 3x2 metros, dimensiones de gran formato para producción artística y tanto cabina de lavado como rack de secado serán móviles para permitir ocupar la amplitud del espacio cuando sea necesario.
Toda la actuación, estructura y carpinterías han sido tratadas en colores metálicos, tratando de que la intervención pase desapercibida entre la maquinaria, permitiendo que el espacio tome la identidad de sus ocupantes.