"Nuestro planeta se está ahogando en plástico", afirma Naciones Unidas. Si bien el material hecho por el hombre tiene muchos usos valiosos, nuestra adicción a los productos de plástico de un solo uso ha provocado graves problemas económicos, de salud y ambientales. Aproximadamente un millón de botellas de plástico se compran cada minuto y cinco billones de bolsas de plástico se usan cada año en todo el mundo –usadas solo una vez y luego se desechan. Los plásticos y microplásticos han encontrado su camino en todos los rincones de nuestro entorno natural, desde los picos de las montañas más altas hasta las profundidades de los océanos más profundos. Tanto es así, que se han convertido en parte del registro fósil de la Tierra y han creado un hábitat microbiano marino completamente nuevo conocido como "plastisfera".
Al amenazar nuestra capacidad para contener el aumento de la temperatura global dentro del umbral crítico de 1,5°, la contaminación plástica está causando efectos desastrosos. Estos son especialmente evidentes en la Península Antártica, donde las temperaturas se han disparado cinco veces más rápido que el promedio mundial durante el último medio siglo. Como resultado, el 75% de todas las áreas glaciares se han derretido y, si superamos el límite de 1,5 °C, los glaciares desaparecerán por completo. El nivel del mar subirá, los arrecifes de coral se deteriorarán y los fenómenos meteorológicos extremos serán más frecuentes. Entonces, ¿cómo podemos abordar esto a través del diseño? Combinando el ingenio y la creatividad con la innovación tecnológica, los arquitectos y diseñadores pueden aportar su granito de arena. Nagami y Ecoalf, por ejemplo, lo han hecho en uno de sus últimos proyectos: un interior completamente impreso en 3D hecho con plásticos reciclados.
Reutilización de 3,3 toneladas de residuos plásticos
Ecoalf, pionera en moda ecológica, se ha unido a Nagami, un estudio de diseño impulsado por la tecnología que tiene como objetivo redefinir el concepto de diseño, producción y consumo a través de la impresión 3D robótica a gran escala. Compartiendo un interés en la fabricación sostenible, las dos marcas españolas se han asociado para crear una tienda boutique Net Zero, Zero Waste en Las Rozas, Madrid. El nuevo espacio da una segunda vida a 3,3 toneladas de residuos plásticos, que pueden reutilizarse por completo para futuros proyectos al final de su ciclo de vida y es casi infinitamente reciclable, perdiendo solo el 1% de su rendimiento estructural con cada nuevo uso.
Cada pared, estantería y mesa de exhibición dentro de la tienda está hecha de plástico 100% reciclado y reutilizado que se imprime en 3D para parecerse a un glaciar derritiéndose, creando conciencia sobre los efectos del cambio climático (y cómo las nuevas tecnologías pueden contribuir a paliarlos). El plástico proviene principalmente de hospitales y cada elemento se produce localmente en España, minimizando las emisiones de CO2.
Este proyecto une diseño y tecnología para concienciar sobre el cambio climático e inspirar un cambio real. – Javier Goyeneche, Fundador y Presidente de Ecoalf
Haciendo referencia a la forma en que el viento y la nieve erosionan el hielo con el tiempo, la instalación escultórica impresa en 3D envuelve el espacio de 90 metros cuadrados y se utiliza para exhibir prendas, accesorios y calzado de alta calidad de Ecoalf, todos hechos con materiales reciclados y de bajo impacto. En el suelo, las baldosas de piedra natural exhiben vetas que evocan el agrietamiento del hielo, acentuando la sensación de caminar sobre un glaciar.
Empujando los límites de la tecnología de impresión 3D
La impresión 3D ha revolucionado la industria, ofreciendo a los diseñadores un nuevo y emocionante conjunto de herramientas que les permiten agilizar el proceso de diseño, crear prototipos de forma rápida y eficiente, crear piezas personalizadas con geometrías cada vez más complejas y promover la sostenibilidad mediante el uso de materiales reciclados. En este caso, tal y como revela Manuel Jiménez García, Co-Fundador y CEO de Nagami, las formas ondulantes que cubren todas las superficies de la tienda llevaron al límite la tecnología de impresión robótica.
Nagami creó los paneles de plástico utilizando un brazo robótico equipado con una extrusora personalizada que puede imprimir formas 3D complejas. La impresión 3D tradicional generalmente implica capas, pero al ajustar la orientación del robot, fue posible crear la geometría curva que caracteriza este proyecto único en su tipo. Debido a que las paredes se dividen en paneles y se unen mediante conectores que forman parte de la estructura impresa, la tolerancia debía ser extremadamente precisa para que los componentes encajaran perfectamente. La tecnología de vanguardia dio vida a este diseño distintivo, lo que permitió a los profesionales del diseño traducir su ambiciosa visión creativa en una realidad concreta.
Con las temperaturas globales aumentando a un ritmo alarmante, debemos buscar enfoques innovadores para diseñar espacios que amplíen los límites de la imaginación y nos ayuden a imaginar un entorno construido más sostenible. La impresión 3D es una de las tecnologías revolucionarias y cada vez más avanzadas que pueden guiar a la industria hacia un futuro más verde y saludable; la tienda boutique inspirada en un glaciar en Madrid es un testimonio de su inmenso potencial.
Necesitamos urgentemente repensar la forma en que producimos y consumimos para provocar un cambio real en la industria. Hoy, la impresión 3D nos permite dar vida a espacios que antes eran inimaginables, producidos localmente no solo utilizando materiales reciclados, sino estableciendo cadenas productivas más limpias, sostenibles y flexibles. Y esto ya es una realidad. – Manuel Jiménez García, Co-Fundador y CEO de Nagami
Visita el sitio web de Nagami o mira este video para obtener más información sobre el proyecto.