Desde el 2016, el Patronato Cultural del Perú se encarga de producir y organizar el Pabellón Peruano para la Bienal de Arquitectura de Venecia, promoviendo y trabajando en la representación de las obras y proyectos que traducen el acontecer arquitectónico del país.
Pero la participación de Perú en esta vitrina cultural comienza el año 2012 con una instalación liderada por los arquitectos José Orrego y Enrique Bonilla de Metropolis / Oficina de Arquitectura. Aquí 20 estudios de arquitectura peruanos se exhibieron con la muestra “Yucún o Habitar el Desierto”.
Este era un sueño que nació por la necesidad de mostrar la calidad del trabajo que estaban realizando los arquitectos peruanos en una vitrina internacional - José Orrego
Recién el 2014, el país cuenta con un pabellón propio dentro de la Bienal buscando llevar adelante un proyecto sostenido que sea capaz de visibilizar las ideas que forman parte de la arquitectura del momento. A través del convenio entre la Bienal y el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (MINCETUR), lograron obtener el derecho de hospitalidad por un período de 20 años de un espacio exclusivo dentro del edificio restaurado, ubicado en el Antiguo Complejo Naval y Militar, más conocido como El Arsenal en Venecia. A cargo de Sharif Kahatt, ese 2014 se realizó la muestra “In/Formal: Encuentros Urbanos para los Próximos 100”.
El primer concurso abierto a nivel nacional se llevó a cabo para la Bienal del 2016, siendo protagonistas recurrentes de la escena las reflexiones sobre la Amazonía. La propuesta de Jean Pierre Crousse y Sandra Barclay, "Our Amazon Frontline", recibió una mención especial al Pabellón Peruano mientras que en la edición 2018, resultó ganadora la propuesta “En Reserva” de Marianela Benita Castro de la Borda, Janeth del Carmen Boza Rodríguez, Javier Lizarzaburu Montani, Gabriel Lapouble Barrios y Carlos Toshio Pardo Tanamachi.
Durante la edición 2021 de la Bienal, el proyecto de Felipe Ferrer, “Playground: Artefactos para Interactuar”, se hizo eco en el espacio público invitando a reflexionar sobre la condición adentro/afuera cuando existen rejas de por medio. Pero será la propuesta “Walkers in Amazonia” curada por María Alexia León Angell y elaborada junto a Lucho Antonio Marcial Kuehne, la que representará al Perú en la XVIII Bienal de Arquitectura de Venecia, a realizarse entre el 20 de mayo y el 26 de noviembre de 2023.
Desde su primera intervención hasta la actualidad, el país ha propuesto replantear y repensar su manera de pensar el espacio y las diversas problemáticas actuales en relación a la arquitectura. A continuación, nos propusimos a recopilar en detalle todas aquellas propuestas presentadas con el correr de los años.
“Yucún o habitar el desierto” / Bienal de Venecia 2012
La propuesta peruana para la Bienal de Venecia 2012 se planteó reflexionar sobre uno de los proyectos territoriales más interesantes de América del Sur. El proyecto “Olmos Transandino” se trata de un túnel de 20 kilómetros que conecta el Amazonas a la árida región de los Andes del Pacífico, un proyecto de infraestructura que aspira a convertir la región en una nueva tierra fértil.
Un grupo de 20 arquitectos peruanos de variados orígenes y edades se inspiró en la antigua cultura Moche, una civilización que construyó ciudades en adobe junto a los primeros sistemas de riego hace 2.000 años, buscando generar un plan capaz de ofrecer un futuro sostenible para este nuevo territorio donde no había proyecto de planificación urbana alguno y se intentaba descubrir cómo dar respuesta a una nueva ciudad en medio del desierto.
En palabras del curador Enrique Bonilla Di Tolla, “proponemos una forma de ocupar el territorio de acuerdo con las formas ancestrales para la ciudad moderna. Cada una de las oficinas participantes propusieron su propia interpretación de una ciudad y éstos se mezclaron en un collage donde el proyecto colectivo final se logra gracias a la interacción y superposición de propuestas que tratan de acercarse unas a las otras.”
“In/Formal: Encuentros Urbanos para los próximos 100” / Pabellón para la Bienal de Venecia 2014
Desarrollada por el comisario José Orrego y el curador Sharif Kahatt, el pabellón peruano en la 14° Bienal de Arquitectura de Venecia se conforma de un espacio rectangular de 250 m2, donde se construye un recorrido paralelo entre la modernidad occidental y la local de los últimos 100 años, a través de la representación con líneas de tiempo conectadas con proyectos de vivienda colectiva. Además de desplegar los puentes socioculturales del país, la arquitectura de estos proyectos representa los momentos claves que dieron forma a una urbanidad moderna peruana.
La muestra se presenta como una gran oportunidad para reflexionar cómo se debe desarrollar la modernidad en Perú haciendo una revisión del proceso de absorción de la misma en el país, donde los movimientos culturales se mezclan creando un híbrido de la modernidad y produciendo en la arquitectura de la vivienda colectiva y la ciudad, la potencia de su desarrollo y la base del crecimiento de la sociedad para los próximos años. Se exponen las ideas más relevantes de este nuevo urbanismo y al mismo tiempo, se busca revalorizar el proceso de modernización sucedido en el Perú viendo el desarrollo de la nueva arquitectura en un futuro.
A través de los encuentros de lo formal y lo informal en la ciudad, la modernidad peruana ha sentado las bases para la nueva arquitectura y urbanismo de los próximos 100 años. Particularmente, en la Arquitectura de la vivienda colectiva, estos encuentros exponen los conflictos sociales, políticos, económicos, así como los ideales de la población, integrándolos al espacio social, el territorio y la cultura material. - Sharif Kahatt.
"Our Amazon Frontline" / Pabellón para la Bienal de Venecia 2016
La propuesta curatorial de los arquitectos Jean Pierre Crousse y Sandra Barclay busca revolucionar la manera de ver un territorio de frontera presentando un recorrido sensorial acompañado por Amazogramas de Roberto Huarcaya y diversas acciones visuales centradas en la Amazonía, una frontera histórica donde continuamente se deben afrontar grandes batallas. El pabellón peruano plantea combatir la pobreza y preservar el bosque amazónico a través de la educación y ha recibido una Mención Especial en la categoría de las Participaciones Nacionales.
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Desde la visión del jurado, se ha valorado el enfoque curatorial del "Plan Selva", un programa público a gran escala en la región amazónica peruana que prevé la construcción modular y sistemática de 1000 escuelas en áreas de difícil acceso y sin servicios integrando un programa pedagógico que privilegia la multiculturalidad y el rescate de las lenguas nativas de una población que ha sido históricamente relegada. Además, también han valorado la dificultad de intervenir sobre una frontera distante como la Selva Peruana, desde una solución posible gracias a la intervención de jóvenes arquitectos y también del consenso institucional.
En el Perú, la amazonia siempre ha sido nuestra frontera geográfica, física y mental. El habitante peruano tipo, que es occidental, ha mirado a la amazonia desde un punto de vista domesticador, como un territorio por conquistar. Lo que estamos tratando de mostrar es que esta frontera está cambiando. (...) Estas escuelas están creando los primeros espacios donde este encuentro de dos mundos se va a poder dar. - Jean Pierre Crousse
“En Reserva” / Pabellón para la Bienal de Venecia 2018
A cargo del equipo conformado por Marianela Benita Castro de la Borda como titular, Janeth del Carmen Boza Rodríguez, Javier Lizarzaburu Montani, Gabriel Lapouble Barrios y Carlos Toshio Pardo Tanamachi, la exposición para la Bienal de Venecia 2018 busca mostrar la existencia de una capa milenaria oculta en la ciudad de Lima y revelar su generosidad urbana y arquitectónica desde diferentes escalas. Se presenta una gran caja recorrible perimetralmente que invita a los visitantes a reconstruir los vínculos entre el pasado y el presente, imaginando el futuro.
La propuesta involucra un tejido que entrelaza 447 nudos -447 huacas-, enfatizando el significado integrador de estos antiguos centros ceremoniales como puntos de encuentro y regenerando tensiones entre espacio y tiempo. Se vale de una gran carga poética recordando a los nudos infinitos de Jorge Eduardo Eielson y sus reinterpretaciones de los quipus, un sistema de nudos incaico utilizado para contar y preservar información.
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Presenta un gran muro sobre el que se extiende un tejido que representa a la ciudad, y en el que cada huaca de Lima está representada por un nudo. Se trata de una experiencia cinética que busca generar conciencia sobre cómo estas construcciones prehispánicas pueden recobrar su importancia como espacio público para la ciudad.
“Playground: Artefactos para Interactuar” / Pabellón para la Bienal de Venecia 2021
El pabellón peruano para la Bienal de Venecia 2021 del curador Felipe Ferrer realiza una invitación a reflexionar sobre cómo las rejas han condicionado la comprensión del espacio público transformándolas en dispositivos de integración social. Quitando las rejas de estos espacios públicos de diversos distritos de la capital y de todo Perú, se pretende transformarlas en artefactos donde todas las personas puedan interactuar entre sí. Dentro del pabellón, estos "elementos de seguridad" urbana, devenidos en dispositivos de segregación, se extrajeron de sus sitios originales volviéndose bancas, juegos para niños, arcos de fútbol y demás elementos al servicio de la comunidad.
El proyecto busca canalizar la energía, el tiempo y el dinero empleados para darle una nueva vida y significado a las rejas urbanas y sus materiales. Una gran reja típica de ciudad latinoamericana recibe a sus visitantes colgada de una viga de la estructura existente. Atravesando el recinto de lado a lado con algunos letreros, se encuentran tras la reja los artefactos centrales de la muestra presentados como un campo de juegos fomentando la interacción y el ensayo de nuevos contratos sociales a través de juegos para niños y demás.
"Perú todavía está recuperándose de las cicatrices de un sangriento conflicto interno que abarcó desde 1980 al 2000. Las personas de Lima empezaron a enrejar las calles como un mecanismo de defensa. Luego de más de 20 años no hemos parado de enrejarnos. Como el resto del mundo, con la nueva densidad urbana, enfrentados con martilleo insistente de los medios, la precaria política global y el nuevo orden que se está formando a través de la pandemia, nos estamos volviendo miedosos; se nos está induciendo a desconfiar del otro y de nosotros mismos. Esta situación podría exacerbar aún más el miedo al otro y aumentar la atomización. Las rejas materializan nuestros miedos y debemos trabajar en formas de transformar esos miedos en oportunidades."