El estudio de arquitectura Vaillo + Irigaray Architects resultó ganador del concurso para llevar a cabo el nuevo edificio de la Fundación Donostia International Physics Center en San Sebastián, España. La propuesta plantea la extensión de las actividades existentes a través de la creación de un edificio de carácter emblemático, icónico y reconocible que sirva para potenciar la imagen del DIPC como centro de investigación dentro del marco de la vanguardia de la física.
Articulando el conjunto de piezas de la parcela, se propone organizar todos los espacios exteriores ofreciendo, a su vez, un entorno acogedor. Considerando a la ciencia como una actividad colectiva y entendiendo que una de las finalidades del DIPC es promover el encuentro y la interacción entre científicos y científicas como medio para el intercambio de ideas y el avance en materia del conocimiento, este nuevo edificio llega para estimular el carácter colectivo e internacional de la actividad del centro ordenando el conjunto en relación a sus espacios exteriores de calidad, organizando las circulaciones y conexiones entre edificios, y también relacionándolos de forma armónica. Revisa a continuación el proyecto ganador.
Memoria enviada por los autores. El DIPC cuenta con 4 edificios en torno a un gran parking en superficie. La parcela tiene un fuerte desnivel, lo cual provoca que los mismos estén ubicados a distintas cotas y su conexión genere una maraña de taludes, rampas y escaleras, ofreciendo una mala imagen de conjunto. La propuesta se basa en la organización de 2 plataformas que ordenan el conjunto:
- plataforma cota +7,5m: organiza los accesos al conjunto. Representativa e institucional.
- plataforma cota +15m: plaza de relación de los edificios. Conexión y relación interna.
El nuevo edificio articula ambas plataformas, generando una nueva ordenación en el acceso al centro y por tanto ofreciendo una nueva imagen institucional; y por otro lado, genera una plaza de relación entre las edificaciones existentes, ubicando los espacios comunes a todas ellas: cafetería, biblioteca, salón de actos, etc. La ordenación flexible permite adaptarse con facilidad a remodelaciones futuras, ampliaciones, cambios de usuarios o la propia evolución del Centro.
Las cubiertas de la nueva edificación cumplen una doble función, con espacios diferenciados destinados a instalaciones y como espacios de encuentro e interacción entre los ocupantes del edificio. Se trata de una urbanización tipo “campus universitario de élite”: agradable y acogedora, dando prioridad a los trabajadores.
El programa propuesto en las bases del concurso supone una volumetría importante en el conjunto. La lógica organizativa y las exigencias funcionales también determinan una geometría rotunda. Sin embargo, el edificio tiene la clara intención de acercarse a la escala de los edificios existentes. Para ello, la propuesta establece una estrategia capaz de distorsionar la escala de la actuación con el fin de conseguir una adecuada integración:
- Organizar dos grandes plataformas horizontales, conectando los diferentes edificios
- Minimizar la geometría del volumen en altura
- Dividir la anchura visual del edificio en 3 partes
- Conformar un zócalo capaz de generar una fachada “corporativa” al conjunto del DIPC
- Posibilitar nuevas áreas ordenadas ajardinadas y vegetadas como conexión
Podemos decir que el nuevo edificio también conforma la nueva urbanización, de tal modo que logra diseñar el entorno, se convierte en soporte y contención de la plaza superior; y a la vez proporciona los accesos y circulaciones generales a toda la parcela. Este carácter “urbanizador” y topográfico del edificio, permite entender el conjunto desde una nueva lógica organizativa y funcional, dando unidad y nueva imagen a todo el conjunto.
Se plantea un edificio modulado basado en múltiplos y submúltiplos de la unidad básica de 50 m2 – laboratorio tipo y despacho colectivo-. Esta modulación permite organizaciones flexibles e intercambiables. La planta se organiza en dos cuerpos longitudinales modulados en unidades de 50 m2, articulados en torno a una franja central que contiene las circulaciones, los núcleos de circulación vertical y un patio central que actúa como un gran atrio que introduce luz al interior del edificio a la vez que permite una relación visual de todas las estancias interiores actuando como gran espacio de relación del conjunto.
Como propuesta concreta, y con el fin de facilitar las instalaciones del edificio, un ala se destina a laboratorios y la otra a despachos, pero pueden intercambiarse las funciones a voluntad de las necesidades actuales o futuras.
El edificio se organiza en 6 alturas:
- Las 2 inferiores generan un “zócalo” que absorbe el desnivel entre las dos plataformas
- Las 3 plantas elevadas son muy similares y contienen el grueso de despachos y laboratorios
- La planta intermedia, actúa como articulación del conjunto del programa
Volumétricamente el edificio manifiesta su composición interior, expresando mediante diferentes gestos su organización interna:
- el zócalo se pliega para recoger la geometría del acceso y los edificios existentes a la vez que genera el acceso exterior a la plataforma elevada
- las pastillas elevadas manifiestan la organización interna de la espina central
El edificio se plantea desde la lógica de la flexibilidad:
- estructura ordenada a la modulación básica de 50 m2 · espacios diáfanos
- fachadas-celosía estructural de acero, moduladas · submúltiplo 50/4
- forjados - losas de hormigón · grandes luces, cargas y resistencia a fuego
- núcleos de instalaciones generales centralizadas · conexión sótano – cubierta
- patinillos verticales específicos para instalaciones de laboratorios
- compartimentación modulable · sistemas prefabricados
- compartimentación despachos: sistemas de mamparas modulables
El edificio plantea sistemas constructivos básicos, derivados de la propia funcionalidad, pero con un enfoque tecnológico innegable, buscando una imagen derivada del uso de materiales sin mantenimiento. Las fachadas se resuelven mediante una celosía estructural de acero y vidrio, carpintería y acabados en aluminio anodizado: material de gran plasticidad, gran limpieza visual y reflejo difuso; muy adecuado a la atmósfera del lugar y a un programa de investigación física.
La geometría resuelta a base de pliegues, hendiduras y volúmenes de menor escala, permite ofrecer una imagen a la vez que institucional y emblemática, integrada en el conjunto porque es capaz de adaptarse a la topografía y a la escala de los edificios adyacentes. La imagen ligera y tecnológica del nuevo edificio forma parte de la nueva imagen del DIPC.
Arquitectos: Vaillo+Irigaray Architects (Antonio vaillo i Daniel, Juan Luis Irigaray Huarte y Yago Vaillo Uson)
Gerente de Proyecto: Yago Vaillo Usón
Ubicación: San Sebastián, España
Área: 6.300 m2
Año de proyecto: 2022
Cliente: DIPC
