World Design Policy Conference, uno de los eventos emblemáticos de Valencia Capital Mundial del Diseño 2022 y de la World Design Organization®, se celebró con gran éxito los días 3 y 4 de noviembre en el Palacio de Congresos de Valencia.
Más de medio millar de personas entre empresas, organizaciones e instituciones que consideran el diseño una herramienta clave en sus estrategias corporativas y de crecimiento asistieron al evento que supuso 'el principio del fin de la Valencia Capital Mundial del Diseño', como afirmó su director Xavi Calvo en la inauguración. En la sede de este evento, un edificio diseñado por Norman Foster, se abordaron los grandes retos urbanos que están profundamente arraigados en las actividades de la sociedad, como la nueva generación de políticas de diseño en la región mediterránea.
La iniciativa -que cuenta con el apoyo del IVACE, el Ayuntamiento de Valencia, la Diputación de Valencia y la Fundació del Disseny de la Comunitat Valenciana, y con Renfe como transporte oficial- tenía la misión de constituir un punto de encuentro sostenible en el tiempo que permitiera avanzar en la generalización y adopción de políticas de diseño a escala global. Para ello, "tenemos la oportunidad de escuchar a los mejores del mundo trabajando desde el diseño en políticas públicas y privadas", comentó la presidenta de Valencia World Design Capital, Marisa Gallén.
Estructurado en torno a cinco grandes temas en los que el diseño tiene y tendrá la oportunidad de aportar soluciones: los planes de acción, la transformación de las ciudades, el cambio social, la educación y la propia promoción del diseño como herramienta necesaria para la sociedad, cada uno de ellos ha contado con la participación de expertos internacionales en la materia como Ezio Manzini (Presidente de DESIS Network), Alok Nandi (Profesor de Diseño, Creatividad e Innovación en el Institut Paul Bocuse), Hanna Harris (Chief Design Officer de Helsinki), Brandon Gien (CEO de Good Design Australia), Anna Whicher (responsable de políticas de diseño en el International Design and Research Centre) y Leyla Acaroglu, estratega de sostenibilidad.
- Ezio Manzini: "Repensar el diseño es repensar la filosofía profunda de lo que somos como seres humanos. Todos somos diseñadores silenciosos".
- Leyla Acaroglu: "Los problemas del pasado están en nuestro presente y nosotros, como diseñadores, debemos crear el futuro, crear sistemas regenerativos".
- Brandon Gien: "El buen diseño resuelve problemas y el mejor los evita".
Contrastando experiencias de distintas partes del mundo, está claro que no existe una fórmula única. Sin embargo, se pueden aprender muchas lecciones adaptándose a diferentes contextos. Todas las perspectivas se han puesto en cuestión en la Conferencia Mundial sobre Políticas de Diseño: iniciativas de instituciones de arriba abajo, o nacidas de la sociedad civil de abajo arriba, estrategias gubernamentales nacionales como en el caso de Australia o acciones a nivel local como el Consell Local del Disseny de València, explicó Joan Ribó, alcalde de Valencia, en la rueda de prensa de inauguración del congreso: "un órgano pionero y consultivo formado por un grupo de profesionales externos e independientes al gobierno municipal que asesorará de forma transversal a todas las áreas de la administración local". Los planes de acción de diseño son un instrumento cuya eficacia ha sido demostrada por la experiencia, a pesar de que nunca se han puesto en práctica en España. Sin embargo, también se ha propuesto trascender esta visión orientada a la promoción del diseño por otra más global, más centrada en cómo el diseño puede ayudar al mundo. Miguel Iceta, ministro de Cultura y Deporte, se hizo eco del objetivo de la World Design Policy Conference: "Este congreso pretende generar una relación más fructífera con el sector. Los temas que se tratarán en este congreso son clave, pero será aún más importante saber aplicar el diseño desde el ámbito local al global. El impulso dado por Valencia ha servido para aglutinar a un sector, darlo a conocer y comunicar cómo este ecosistema genera un vínculo, mejora los procesos y genera riqueza'. No en vano, "las industrias culturales representan el 3,4% del producto interior bruto español. De este total, el 22% corresponde al diseño".
Todos los participantes apuntaron a diferentes iniciativas para acercar las instituciones a la profesión del diseño como una vía de doble sentido. Y también a los profesionales para que se replanteen su papel en una realidad compleja y cambiante.