El Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires Distrito VIII decidió llamar a un Concurso Provincial de Anteproyectos para el diseño de su sede en la localidad de Saladillo.
El Distrito 8 del CAPBA está integrado por 12 partidos del centro de la provincia de Buenos Aires y cuenta con 503 arquitectos matriculados, entre los cuales, 40 corresponden a la Delegación Saladillo. Dadas las circunstancias, se tomó la decisión de convocar a este concurso para alcanzar una imagen institucional acorde a las necesidades requeridas que involucran la realización de actividades como cursos, charlas, asambleas, etc. contemplando a una mayor cantidad de personas, entre otras variables.
Por ende, el programa de la futura delegación incluye dos sectores: por un lado, el administrativo y por otro, el de usos múltiples que deberán contar con accesos comunes, pero que, al mismo tiempo, funcionen de manera independiente. El jurado otorgó el primer premio a los autores Nicolás Ariel Mattarollo, Francisco Mazzocchi y Nicolás Quevedo. Revisa el proyecto a continuación.
Memoria enviada por los autores. Proyectar el Colegio de Arquitectos de la ciudad de Saladillo, nos obliga a pensar sobre su rol en la sociedad, y en el peso que éste posee desde el punto de vista de ser el representante de un grupo de profesionales que dará forma a nuestra ciudad futura. El colegio deberá no solo contener el programa administrativo, sino que debe transformarse en un espacio de encuentro, charlas, discusiones, intercambio entre colegas acerca de la toma de decisiones que afectan a la ciudad, un espacio en el que todos estén en igualdad de condiciones para definir y dar forma a esa ciudad futura. Los arquitectos queremos que en nuestro colegio además de gestionar cuestiones administrativas, se propicie la posibilidad de gestionar otras instancias sociales que las complementan, donde se potencie la generación de espacios de intercambio y reunión.
Localizado en la periferia de la ciudad, el edificio intenta crear un vínculo con la comunidad, el grupo de profesionales y la ciudad, ofreciendo un edificio poroso, democrático y abierto. El edificio busca superar la barrera del objeto para convertirse en un edificio-ciudad, mediante la estrategia de vincularse fuertemente con su entorno.
Desde la vía pública, generando un Patio de acceso que además es el espacio de encuentro e intercambio tanto de profesionales como de la comunidad y es el espacio que representa ese carácter institucional a escala urbana. Este patio nos introduce en el Hall de acceso al cual además se le accede desde la Plaza, siendo el articulador entre el área Administrativa y el SUM y apoyos.
En relación a la Plaza, el edificio propone hacerse cargo del volumen de la bomba de agua incorporándolo como parte de su volumetría general y ayudando además a generar el segundo acceso al edificio, esta vez desde la misma Plaza y con conexión directa al Hall de acceso y por lo tanto al área Administrativa y al SUM. Asimismo, el edificio propone expansiones desde el SUM hacia la Plaza hacia un anfiteatro al aire libre, con la apertura de paneles en el caso de que fuese requerido o la posibilidad de permanecer completamente cerrado y aun así continuar funcionando sin ningún inconveniente.
La Plaza se diseñó en bandas horizontales, pensando en la posibilidad de ser construida en etapas. Estas bandas horizontales responden por un lado a la relación que se plantea con el edificio del colegio y por otro a la llegada o vínculo desde la vereda, pasando por un buffer urbano con espacios más estancos con bancos y sombra, una galería pergolada que genera tanto un fuelle en la Plaza además de una conexión con el edificio del colegio, para luego pasar a una zona de ocio, juegos y anfiteatro que sirve también como expansión del SUM del colegio. Hacia la medianera de fondo se plantea una banda verde de vegetación que podría construirse en una tercera etapa.
Se propone un edificio con fuerte carácter institucional presentando una imagen contemporánea con una geometría singular, generando una síntesis entre forma y función. El lenguaje austero propio de la condición modular, industrial y estructural le da al edificio una neutralidad que elimina todo exceso en el diseño llevando a la síntesis funcional-formal. Este carácter institucional requería la búsqueda de austeridad en la respuesta tecnológica y material. A partir de una estructura independiente de perfiles de hierro y losas tipo Steel deck, se dispone una tecnología en seco que permite un rápido y fácil montaje. Todo el armado de las áreas del proyecto se desarrolla con un criterio de adaptabilidad y flexibilidad a los cambios.
Desde el momento mismo de su concepción el proyecto ha sido diseñado incorporando los criterios ambientales que harán del edificio un ícono funcional y sustentable. En términos del sitio, el edificio adquiere una configuración porosa, con diferentes patios y a través de su terraza verde y jardines recuperará la mayor cantidad de superficie absorbente y colectará las aguas de lluvia. Las carpinterías que rodean el edificio son operables y podrán no solo regular la ventilación natural, sino también actuar como exutorios de humos en caso de incendio. Se destinan sectores para el almacenado de aguas de lluvia recogida para su tratamiento y utilización en riego y limpieza de áreas comunes. El proyecto incorporará colectores solares, planteando la generación de agua caliente con un sistema central para todo el Edificio, que se proyecta bajo un criterio sustentable y de aprovechamiento de energía. Se opta por un sistema mixto de paneles solares y acumuladores (Boiler) de sostén con resistencia eléctrica.