De acuerdo con la Academia Nacional de Bomberos de Chile, un incendio se define como “fuego fuera de control”. Una vez que se origina un incendio, la temperatura alcanza los 1000° Celsius, generando llamas y humo que ponen en riesgo la vida de las personas y de los edificios.
De acuerdo con el reporte de la ONEMI, dentro de las principales causas de incendios estructurales –aquellos que se producen en casas, edificios y locales comerciales– se encuentran los accidentes domésticos, fallas eléctricas y fugas de gases.
¿Cómo proteger las edificaciones frente a incendios?
Aun cuando se dispone de la acción de bomberos, brigadas o bien los sistemas de extinción como respuesta a combatir incendios, existen estrategias preventivas para proteger las edificaciones frente a posibles escenarios de incendio
La introducción de sistemas de protección pasiva busca brindar capacidad propia a los edificios a defenderse del fuego en su estado pleno de desarrollo, evitando su propagación. Junto con la estabilidad del edificio, esta estrategia implementa espacios seguros, vías de evacuación y el acceso de unidades de rescate.
Promat se distingue por su conocimiento en protección pasiva contra incendios y aislamiento de alto rendimiento para el sector de la construcción y un gran número de mercados industriales. El riesgo de desastre se minimiza mediante tres sistemas de protección –protección estructural, compartimentación y sello de pasadas y juntas– los cuales ofrecen soluciones sostenibles que protegen vidas y activos, mejoran la comodidad, optimizan la eficiencia de procesos, minimizan la pérdida de espacio y energía y ayudan a reducir las emisiones de CO2.
Protección Estructural
Dentro de los sistemas de protección pasiva se encuentra la protección estructural del acero. Por medio de morteros, encajonamiento y pinturas, se busca preservar la estabilidad del edificio al exponerse a altas temperaturas como casos de incendio. La versatilidad y resistencia en el diseño de perfiles metálicos pierde rápidamente su capacidad de carga al enfrentarse a temperaturas superiores a 550°C.
La aplicación de protección estructural a los elementos de acero en una edificación trae consigo diversas ventajas. Su variado rango de productos satisface diferentes requisitos de dimensiones y tipologías y ofrece una resistencia al fuego desde 15 hasta 240 minutos. Aporta rendimientos complementarios como aislamiento térmico, resistencia mecánica o resistencia a abrasión. Su fácil y rápida instalación cuenta con una variedad de acabados.
De modo que ciertos elementos de la estructura cumplan su resistencia al fuego durante más de 30 minutos, se debe especificar el espesor del material de protección. Este depende de factores como la duración de resistencia al fuego, el tipo de protección, el perímetro de la sección expuesta al fuego y la forma y dimensiones de la sección de acero.
Soluciones de compartimentación
Dentro de las estrategias preventivas se encuentra el uso de sistemas de compartimentación mediante la protección de tabiques, cielos falsos y entrepisos y sistemas de compartimentación para construcción en seco. En base a placas de fibrosilicato o morteros ignífugos, estas soluciones se adoptan para crear sectores de incendio e impedir el paso de éste a otras zonas, a la vez, pueden funcionar como sistemas de producción de otros elementos.
El concepto de compartimentación indica la capacidad de elementos constructivos perimetrales o divisorios entre recintos para contener el avance de un incendio a través de la resistencia al fuego. Tal y como indica la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones, la resistencia se conoce como un requisito en tiempo de protección que deben cumplir elementos constructivos y divisiones entre recintos.
Sellos de pasadas y juntas | Fire Stopping
A través de aberturas o penetraciones causadas por el paso de instalaciones, los elementos de construcción obstruyen su desempeño contra el fuego. Una estrategia preventiva a la propagación de un eventual incendio a través de estos espacios propone un correcto sellado de aberturas, instalaciones que son combustibles y juntas sísmicas.
Este sistema funciona en base a dos principios relacionados a la resistencia al fuego: integridad y aislamiento térmico.
Los sistemas de sello de pasadas son aplicados particularmente a cada tipo de pasadas. De acuerdo con cada caso, las soluciones integran collarines, cintas intumescentes, almohadillas, bloques, morteros o recubrimientos ablativos. Cuando existen muchos servicios pasantes se implementa un sello multi pasada.
Por su parte, los sellos de juntas se encargan de elementos constructivos y juntas de dilatación. De acuerdo con las normas de integridad y aislamiento térmico, se diseñan sistemas de sellos que juegan con cierto nivel de elasticidad de modo que soporten pequeños movimientos sin fracturarse.
Ensayos
El desarrollo de soluciones y productos para generar resistencia al fuego conlleva una serie de ensayos previos. Conforme a la norma NCh 935/3 para sellos de pasada y NCh 935/1 para compartimentación, se implementan ensayos en hornos verticales y horizontales para probar el desempeño de los sistemas antes de ser utilizados en edificios.
El ensayo de resistencia al fuego de sistemas constructivos en un laboratorio implica asimilar las condiciones futuras. Cuando tales condiciones son diferentes en la obra – por la presencia de instalaciones o juntas constructivas – se aplica una solución especial para no perder la resistencia al fuego ensayado originalmente.
Para más información sobre los sistemas mencionados, visita el catálogo de productos.