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Arquitectos: SALA FERUSIC Architects
- Área: 500 m²
- Año: 2017
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Fotografías:SALA FERUSIC Architects
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Tras una breve pero exitosa trayectoria de casi un decenio elaborando vinos de calidad, surge en Mas Rodó la necesidad de un espacio para la logística, la crianza en botella y la cata de vinos. El encargo pide articular y ordenar el espacio entre la nave existente de expedición y la bodega situada en una antigua masía reformada, a la vez que tiene que dar respuesta a un programa dual.
Por un lado, el nuevo edificio debe acoger una nave para la crianza del vino en botella, organizado en jaulones apilables de acero, así como agilizar la logística, garantizando una buena relación con el almacén de producto acabado y expedición con el que linda. Por el otro, este quiere complementar la actividad de bodega de calidad con un espacio para la cata y la exposición de vinos Mas Rodó abierto al público, buscando un enlace directo con el entorno y la bodega.
El primero pide un espacio tranquilo, seco, de temperatura controlada, y luz nula o muy tenue. Se propone pues una nave semisoterrada, adosada al almacén antiguo, que hace del porche de uso polivalente un espacio almohada que lo protege de la radiación del sur, a la vez que una fachada ventilada de bloque de hormigón a sur y oeste permite refrescar ambiente interior.
Por el contrario, el segundo se plantea como un espacio más abierto al entorno, semiexterior, en forma de porche a dos niveles, para conectar con el nivel de la plaza de acceso principal, la bodega y el camino hacia el viñedo. Este salto de 45 centímetros permite contraer el espacio interior, enmarcar el espacio y ofrecer un espacio de descanso dónde poder sentarse.
Entre ellos, un espacio de transición pone en relación ambos programas: una vinoteca con muestras de todas las añadas, a modo de archivo histórico visitable, a la vez que permite también hacer catas verticales - mismo vino, diferente año de cosecha – para visitas exclusivas o profesionales.
Estructuralmente se concibe un sistema de muros y pantallas de hormigón, como continuación de las soleras y pavimentos - masivos y resistentes - que soportan un sistema ligero de cerchas metálicas. Un techo liviano, casi ingrávido, busca cubrir el espacio con tres usos diferentes: una cubierta inclinada de teja de hormigón para la nave, una cubierta transitable con tarima de madera a modo de mirador elevado - en relación con el jardín de la casa - cerrado por una barandilla-bar para la cata; y una jardinera en voladizo para la plantación de diferentes variedades de vid - todas existentes en la finca -. Esta última drena a través de una gárgola que echa el agua con una perfecta trayectoria parabólica sobre una bañera sifónica situada en el pavimento de acceso.
La geometría de la jardinera sigue la inclinación de cubierta de la antigua masía - la bodega - con la que se relaciona. Se concibe como un voladizo sobre la terraza del porche, hace de visera, proporciona sombra, contrae el espacio inferior y enmarca el paisaje vitícola a la vez que aporta frescura a través de la inercia térmica de sus tierras. Se trata pues de una estructura ligera para un viñedo elevado. Un viñedo ingrávido.