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Arquitectos: Vivian Hunnicutt arquitetas e associadas
- Área: 90 m²
- Año: 2020
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Fotografías:Oka fotografia
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Proveedores: Casarão Pedro Baiano, Cerâmica Trancoso, Dalle Piage, Deca, Marcenaria Arraial, Neinaldo e Josenaldo Pereira de Oliveira, Palimanan, Piaçava Trancoso, Seu Tião, Suvinil, Via Sol
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La Aldea de Caraíva situada en el estado de Bahía, Brasil, es un lugar adelantado a su tiempo, a pesar de mantener las características de una aldea de pescadores donde no hay coches, ni alumbrado público y sus calles conservan la magia de la arena entre el delta del río Caraíva y la aldea de Pataxó. Inspirándose en este mágico paisaje y reflexionando sobre cómo y dónde encontrar calidad de vida a un ritmo más lento, se creó la casa Lua Nova, situada en esta península bañada por las aguas del río y del mar. Si antes era el lujo vacío el que hacía brillar los ojos, hoy tenemos que reinventarnos para satisfacer una demanda cada vez más discreta, contemplativa y consciente que busca el lujo en la perfecta sencillez de la naturaleza.
Por ello, utilizamos conceptos y elementos deconstructivos que refuerzan esta filosofía:
- Zanja circular de plátanos para el tratamiento de aguas grises, un ejemplo de tecnología social para el saneamiento rural, que preserva la integridad de las aguas subterráneas;
- Tragaluz para la iluminación natural;
- Placas solares para calentar el agua;
- Cubierta de madera de demolición reutilizada, los travesaños utilizados en los raíles del tren adquieren un nuevo uso;
- Numerosas puertas y ventanas con contraventanas están presentes en el proyecto proporcionando así una ventilación cruzada que mantiene la casa siempre ventilada y fresca incluso en los días más calurosos de Bahía. Este modelo de marcos de persiana nos da la posibilidad de tener una cortina para controlar la luz que entra en las habitaciones.
Es un largo camino para rescatar los orígenes de los materiales y los métodos de construcción de la arquitectura brasileña, en la Casa Lua Nova preservamos el centenario árbol de anacardo que rodea y abraza la casa, dándole sombra y luz en la medida justa, utilizamos paredes de adobe en el baño abierto, buceando en nuestras raíces indígenas, y todo el techo de la casa es de taubilha (techo con tejas de madera), que también hace toda la diferencia en el confort térmico y acústico del ambiente.
La casa, casi sin paredes, tiene un techo de doble altura y el entresuelo proporciona amplitud. En la decoración, el estilo bahiano es inconfundible. El proyecto se centra en el uso de materiales locales, la resignificación de los objetos y la huida del cliché azul y blanco, por lo que aplicamos nuestro propio dendê, el tradicional aceite de palma bahiano. Los artistas locales refuerzan y dignifican esta identidad. Siempre utilizando y trabajando con proveedores locales, entrenando el ojo y ¡viviendo Bahía!