La ciudad muta permanentemente, diversos monumentos desaparecen, hitos de la ciudad se olvidan y nuevos símbolos surgen, haciendo que calles, plazas y muros resignifiquen el paisaje urbano, entregando nuevos puntos de referencia, historias y formas de entender la ciudad, nuestra historia y sociedad.
Pensar, dialogar y reconfigurar la ciudad, desde el arte, implica una serie de procesos: la investigación de territorios, de sus habitantes, entornos socioculturales y formas de relación, son pilares relevantes a la hora de diseñar e implementar dispositivos que generen efectos en la ciudad. La proliferación de intervenciones artísticas de gran escala, que apuestan por lo puramente estético nos hace reflexionar sobre a qué nos vemos enfrentados en el espacio público y qué efectos tiene en nuestra cotidianidad.
El ejercicio curatorial hace del espacio su objeto de estudio. Una vez ahí, el trabajo multiplidiciplinar es de vital importancia para aproximarnos al espacio físico, social y cultural de manera adecuada. Las prácticas situadas y el cruce de herramientas y conocimientos académicos, urbanísticos, arquitectónicos, sociológicos y artísticos nos permiten comprender con qué, cómo y a quién se impactará. Para esto, pensar en diseños urbanos y curadurías artísticas conscientes que adquieran, exhiban, interpreten, cuiden, e inviten a dialogar y repensar las ciudades es la base para organizar y desarrollar proyectos que establezcan criterios que definan, no solo las obras que intervendrán el espacio público, sino también cómo éstas unirán a los distintos actores del territorio y establecerán diálogos entre ellos y los dispositivos que los interpelan.
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Ante la pregunta sobre cómo interpretar la ciudad y de qué manera transmitir su esencia, la respuesta no solo tiene que ver con el tipo de mecanismo a utilizar, sino también en saber cómo articular un proyecto que involucre múltiples actores, que sepan el impacto, uso y soluciones, que se buscarán. Parte fundamental del trabajo es gestionar estos cruces, involucrar a nuevos actores –públicos y privados- y sensibilizar sobre las diferencias que existen dentro de cada comunidad, con el objetivo de reconstruirla mediante discursos que proyecten la identidad de las personas que habitan y merodean el espacio.
El circuito urbano “Abrir Fronteras” fue un proyecto desarrollado el 2021 por nuestro Estudio Creativo Lira Arte Público. Tras investigar las zonas, definir objetivos, diseñar el circuito y gestar, para esto, alianzas público-privadas, articulamos un recorrido que permitió, no solo visibilizar el arte urbano, sino también crear un mapa que revitalizó un polo comercial dañado tras la pandemia. A través de cuatro murales, cuatro puntos de Santiago, cuatro artistas y un nutrido programa de actividades, se crearon rutas estratégicas que unieron el comercio de los diferentes lugares seleccionados, permitiendo y fomentando el reencuentro entre los habitantes y su entorno.
Hasta hoy, más de 25 mil personas visita el polo comercial comprendido entre Román Díaz, Eliodoro Yáñez, Manuel Montt, y Avenida Providencia, conectando bares, restaurantes, emprendimientos y negocios en general. Esto se consiguió abriendo espacios urbanos, donde cada intervención abrió un mundo de ideas, pensamientos y, por su puesto, fronteras. De ahí el nombre de este circuito, que reunió en cada punto a una amplia diversidad de públicos y habitantes del sector, permitiendo crear un lugar de encuentro, historia, identidad y diálogo.
Fueron más de 650 m2 de muro intervenidos, seccionados en estas 4 obras, erigidas en un lapso de casi un año. El tiempo de distancia entre una y otra respondió a crear espacios de consciencia sobre cada nuevo hito y la noción de circuito que hay tras ellos.
“Portal”, de la artista Paula Garrido, ubicado en la esquina de Avenida Providencia con Obispo Pérez Espinoza, experimenta con serigrafía directa al muro, un proceso poco visto en la realización de obras de este formato y en el arte urbano de gran escala; "Horizonte", de Rodrigo Estoy, ubicado en Román Díaz Nro. 26, fue seleccionada, tras su lanzamiento, entre las 100 mejores obras del mundo por Street Art Cities; "La Travesía”, del artista nacional Almey, ubicado en la esquina de Eliodoro Yáñez con Av. Providencia, y que mostrará el trabajo de un artista que ha expuesto en Chile, Bolivia, Brasil, USA, Francia, Alemania, entre otros países; y "Migrar”, es una obra diseñada por Anis, ubicada en Esquina de Avenida Providencia con Obispo Pérez de Espinoza, la autora es un referente del arte femenino en el espacio público en Chile, Latinoamérica y Europa.
Cada obra fue complementada con una actividad que fomentó la visita y uso del espacio a través del cruce disciplinar, donde los ambientes sonoros y el video mapping se incorporó en la experiencia, con el objetivo de narrar la historia de la ciudad desde estos nuevos hitos, consiguiendo resignificar el espacio, crear nuevos guías, mapas y memoria urbana.
Crear diseños urbanos y curadurías artísticas conscientes requiere de reevaluar, filtrar, digerir y conectar el arte, el espacio público, sus habitantes y diferentes actores, con el fin de unir y rearticular el espacio y lo que éste visibiliza; buscando estrategias que permitan entender la diversidad de contextos y, de esa manera, pensar cómo se sitúa el tejido urbano, los dispositivos de orden creados dentro de ellos y de qué manera promueven movimientos que faciliten potenciar la ciudad y creen espacios seguros, amigables y conscientes del entorno y sus habitantes.