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Arquitectos: Ciudad nueva, Arquitectura y Paisaje
- Área: 289 m²
- Año: 2021
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Fotografías:Guy Wenborne
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La Casa del Muelle se emplaza en la isla grande de Chiloé, en el Sur de Chile. Es un predio relativamente plano que limita con una abrupta y verde pendiente en su llegada al mar interior, abriéndose a una magnífica vista.
La casa se dispone en forma paralela a la pendiente, configurando un volumen unitario y largo con un gran frente para aprovechar mejor las vistas. El volumen se trabaja en medios pisos, con la zona de los dormitorios en dos niveles, y un nivel intermedio para el área pública donde se ubican la cocina, el comedor y estar, el acceso y la terraza techada. Esto permite que esa área pública, al estar la totalidad de la vivienda cubierta por la misma estructura de techumbre, disponga de mayor altura. Por ubicarse la obra entre el visitante que accede al predio y la vista al mar, se optó por abrir en su centro una suerte de “ventana” transparente, conformada por el volumen vidriado del estar y el acceso, que permite que el ojo atraviese el volumen y comprenda la disposición general. Esta ventana es cruzada por una pasarela que conforma el acceso y que conduce a un mirador, asemejando un muelle y donde se aprecia la mejor vista sobre la pendiente.
La Isla de Chiloé es un patrimonio frágil, en riesgo. Es por lo que esta obra se ha pensado de forma responsable con el medio ambiente, y es tan autónoma como fue posible resolver. Debido a la escasez de agua potable en la isla, esta casa se proyecta para tener el menor impacto posible en el consumo de este elemento, ya que su gran nave es parte de un sistema de recolección de agua lluvia que permite llenar un estanque enterrado de 23.000 litros. Esta agua se usa luego de potabilizarla, para duchas, lavado, riego, etc. La casa se estructura a través de paneles SIP, especialmente fabricados con una cara de terciado ranurado que es la terminación interior de muros y cielos. Además, se integran en esta estructura una serie de tradiciones de construcción propias del lugar, como la reutilización de tejuelas de alerce, el uso de lata en la fachada, el color y el trenzado chilota en fachadas, entre otras. Todo esto transforma este proyecto en uno muy propio del lugar en que se construye.