-
Arquitectos: Pitá Arquitetura
- Área: 9730 m²
-
Fotografías:Maurício Moreno
-
Proveedores: Knauf, GRAPHISOFT, Lutron, A+Larong, Abatex, Allpex, Armstrong, Atlas ceramica, Boobam, Branco Papel de Parede, Ceramic Steel, Dalle Piagge, Donatelli, Eliane Revestimentos, Estúdio Bola, Fernando Jaeger, Formica, Franccino, Futon Company, Homelab Design, +18
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto comprende un complejo de 9.000 m2 formado por 3 edificios y una gran zona exterior que lo conecta todo. Una entrada principal lleva a los usuarios a través de una marquesina al edificio 06, la cafetería, donde hay un gran comedor cubierto con iluminación cenital, cubiertas de madera, una sala de bienestar y apoyo pedagógico para estudiantes y familiares. Atravesando este edificio se encuentra un gran jardín de Mata Atlántica con un espejo de agua que conecta la cafetería con el edificio educativo, donde hay una plaza central, cafeterías, biblioteca, laboratorios, aulas, espacios de autoaprendizaje y apoyo a los estudiantes, auditorio, sala de reuniones salas y coordinadores.
Del análisis de la web y del programa del cliente, surge la esencia del proyecto del objetivo de reflejar toda la pedagogía y metodología docente de la nueva universidad en el espacio construido. La propuesta didáctica de Inteli es utilizar la metodología ágil, común en el entorno corporativo, principalmente entre las empresas de tecnología, como una de las bases de la metodología de aprendizaje.
Este método de trabajo surge a finales de los 90, a través del manifiesto ágil, en el que, frustrados con el estado actual de los métodos de trabajo, se buscaba reformular los modelos vigentes, transformándolos en procesos más ágiles y sencillos. La parte arquitectónica se apropia entonces de los conceptos comentados anteriormente para hacer de las “Aulas” un manifiesto educativo, deconstruyendo lo que es un aula tradicional para reflejar la propuesta de una enseñanza ágil e innovadora.
Los talleres fueron diseñados para descentralizar la figura del docente, colocando a los estudiantes también como protagonistas de su propia enseñanza y futuro. Para ello ninguna de las habitaciones tiene 4 lados, en todas las paredes tenemos espacios para escribir y diseñar y eliminar la noción de “frente y reverso”. Los profesores de cada estudio tienen su escritorio en una posición diferente en cada sala, siempre entre los escritorios de los alumnos, de modo que la interacción se estimule de forma espontánea. La enseñanza se divide en parte teórica, de autoaprendizaje y parte práctica.
Estudiantes de diferentes cursos en los primeros años tienen la misma base de contenido mientras trabajan en grupos de 8 personas durante sprints resolviendo problemas reales para ONG y otras instituciones. Dentro de esta dinámica de aula, se desarrollaron las mesas trapezoidales de tal forma que al unirse ofrece 9 lados, pudiendo resolver las siguientes premisas: Todos los alumnos se ven entre sí, ven al profesor y las paredes de proyección; Mesas que podrían proporcionar más espacio útil dentro de los estudios; Posibilidad de televisores móviles y plegables al final para que la comunidad pueda crear otro tipo de interacciones entre grupos, profesores y otras partes del mundo.
El volumen del proyecto interno nace primero del potencial constructivo del edificio, con la posibilidad de ampliar 2 nuevos pisos, pero con una planta baja sin iluminación, la idea era crear vacíos en la periferia de las losas para que la luz natural Entra en abundancia también en el PB.
Los volúmenes verticales de los muros y la relación un tiempo en una plaza amplia y abierta y un tiempo en un corredor muy cercano a la cubierta y estructura del edificio surge de la propuesta de crear un ambiente sencillo y amigable, pero rico en descubrimientos espaciales, para estimular la plasticidad cerebral y la creatividad de los usuarios. También actúan como principio para marcar muy bien y con respeto qué es obra nueva y qué es recuperación de la edificación existente.