A diferencia de los pisos y los muros, los cielos no son elementos completamente indispensables para el funcionamiento de un espacio. Los cielos son componentes que cubren el techo, generalmente suspendidos desde la parte inferior de la losa, creando un vacío entre ellos. Pero a pesar de no ser imprescindibles, cumplen dos funciones primordiales en un espacio. En primer lugar, pueden ocultar las instalaciones o la propia estructura del edificio, como sus vigas y losas. También crean una superficie regular que puede aportar cualidades estéticas e incluso funcionales al entorno, como la acústica, por ejemplo.
Este es un tema especialmente complejo, al cual solo se le da un valor real cuando no lo tenemos. Todos los materiales tienen propiedades acústicas, absorbiendo, reflejando o transmitiendo la energía sonora que incide sobre ellos. Cuando los sonidos se reflejan, provocan un aumento en los niveles generales de eco y reverberación en un espacio, lo que hace que las personas tengan que subir el volumen para entenderse. Por eso se dice que diferentes espacios exigen diferentes soluciones. Un estudio de grabación será diferente a una sala de conciertos o una sala de reuniones, por ejemplo. Los cielos, como grandes superficies que aceptan muchos tipos de materiales, funcionan bien para abordar la acústica de una habitación.
Pero el diseñador no siempre opta por incluir cielos en todos los ambientes, ya sea por una opción estética o incluso por temas económicos. Especialmente en reformas y edificios con lenguajes más brutalistas, es habitual dejar las instalaciones a la vista, como las tuberías hidráulicas, de alcantarillado y los conductos eléctricos. Sin embargo, materiales tan duros como el hormigón, la mampostería y el acero también son bastante reflectantes, lo que puede hacer que los espacios sean mucho más ruidosos. Para mitigar esto, especialmente en oficinas o restaurantes, es posible incorporar cielos con materiales absorbentes en lugares donde se necesite una mejor acústica.
Los cielos tipo isla funcionan bien para este propósito. Se configuran como porciones de revestimientos aplicados en espacios, que permiten reducir la altura del techo, mejorando la acústica y creando un ambiente estéticamente atractivo y elegante. Con amplias posibilidades de diseño, son adaptables a cualquier espacio, y están disponibles en diversas texturas, tamaños y formas, pudiendo ser lineales, curvos, modulares o con formas especiales. Su principal característica es conseguir una capacidad acústica de absorción y bloqueo del ruido, combinando un producto de alta resistencia y amplias posibilidades estéticas, fusionando forma y función. Se pueden instalar individualmente o en grupo, son ajustables a varias alturas y ángulos, creando así un diseño único. Se adaptan a cualquier lugar con la mínima intervención, tanto individualmente como en grupos de nubes, además de ajustarse a varias alturas y ángulos, posibilitando diseños diferentes y únicos.
Los cielos tipo nube son una solución arquitectónica suspendida individual, diseñada para mejorar el desempeño acústico y contribuir a la definición estética de los espacios. Están disponibles en geometrías circulares, cuadradas y rectangulares, en acabados metalizados lisos, tanto en opciones de tejido como de fibra mineral en una amplia gama de colores, adaptándose a las necesidades espaciales en infinitos ambientes. Son piezas ligeras, fáciles de instalar y remover, facilitando el acceso a la zona superior. Las nubes acústicas se instalan mediante un soporte de suspensión estándar, compatible con un sistema sismorresistente que garantiza una perfecta verticalidad y alineación. Son especialmente útiles donde se requiere un cielo muy decorativo, ligero y plano.
En la Oficina FORUS, proyecto de Armas Elton Arquitectos + Coeymans Arquitectos, se utilizó este tipo de techos suspendidos. Mientras que en las mesas de trabajo se incluyeron cielos modulares opacos tipo isla, en el casino se optó por la isla de patrón lineal, con el objetivo de mejorar la acústica en estos espacios de permanencia. En los lugares de trabajo colectivos, para reducir el ruido y controlar la calidad del sonido emitido, se han incluido paneles en forma de nube. Junto con los revestimientos de madera y algunes toques de color en la tapicería, los techos contrastan estéticamente con las instalaciones eléctricas, hidráulicas y de aire acondicionado totalmente expuestas al ambiente, pintadas en blanco, creando una estética única para esta oficina.
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