Perú, país de riqueza y sabiduría ancestral fue ganador de dos premios en la Expo Dubái 2020 por el Pabellón Perú, el cual a través del concepto de “Peru Atemporal”, ha logrado contar una historia que cautivó a sus visitantes. En primer lugar, la revista especializada Exhibitor, otorgó el premio World Expo Awards en la categoría People’s Choice Awards, luego de realizar una convocatoria virtual en la que personas de todo el mundo votaron por la mejor experiencia vivida durante la feria.
En segundo lugar, el 30 de marzo de este año el Pabellón Perú ha sido acreedor del premio de oro (Gold Award) del reconocimiento BIE Day Awards en la categoría de Self-built pavillions – Category B (between 1,750m2 and 2,500m2). El galardón fue otorgado como reconocimiento de tres aspectos: arquitectura y paisaje, diseño de exhibición e interpretación de temas.
En base al concepto de “Perú Atemporal”, los arquitectos diseñadores del pabellón se inspiraron de elementos concretos y abstractos propios del bagaje cultural, paisajístico e histórico propios del país. El pabellón, ubicado en el sector “Movilidad” de la exposición, se alinea al criterio designado por su ubicación. Es por ello, que se abstraen las características de los medios de movilidad y conectividad representativos, singulares y ancestrales de la cultura peruana, como son los caballitos de totora y el puente Q'eswachaka. Ambos son resultado de un trabajo de tejido, en el cual la unión de las hebras permite lograr un objetivo de conexión y unidad.
Por consiguiente, se propuso que la característica envolvente del pabellón sea un volumen tejido, el cual no solo es un representante visualmente fuerte de la cultura peruana, sino que propone ser ligero, cobijar y envolver la propuesta interna. Del mismo modo se utiliza un tejido como pieza central de la edificación, el cual acoge a los visitantes durante todo el recorrido.
El ingreso a la exhibición se da a través de un costado del pabellón, en el cual el manto es levantado sutilmente sin dejar de contener volumétricamente. El camino de entrada es una representación del puente ichu Q'eswachaka, que aísla y transporta a los visitantes del exterior saturado, hacia un espacio circular ajeno y en calma. En el cual las personas tienen un contacto directo con el vacío expuesto al cielo, donde los protagonistas del espacio son los límites tejidos.
Por otro lado, la dualidad andina es un principio inherente dentro de la cosmovisión de los pueblos andinos, por lo que está presente en muchos aspectos de la cultura peruana. Es por ello que este principio es una estrategia clave en el diseño de la arquitectura y exposición del Pabellón Perú. Como explican los arquitectos Boris Barriga y Samuel Povis “Tanto en el contenido expográfico como en gestos de arquitectura se buscó siempre mantener un equilibrio desde esa dualidad, donde los elementos más relevantes son el elemento central ligero y de luz (vida) adyacente al elemento macizo metálico de expresión pesada conectada al suelo. La primera de geometría cóncava la segunda de geometría convexa, la primera conectada al cielo, la segunda conectada a la tierra.”
El pabellón resalta por ofrecer una experiencia mega diversa a los turistas. Desde la inauguración en octubre del 2021, el pabellón ha superado las expectativas propuestas alcanzando más de 1 400 000 visitas. En su totalidad, el Pabellón Perú alberga una experiencia integral de cultura, historia, paisaje y gastronomía que, junto a la calidez propia de los peruanos, lo convirtieron en una experiencia sensorial única, digna de premiación.
