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Arquitectos: 3x3 architecture, Carolina Cabello
- Área: 220 m²
- Año: 2019
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Fotografías:Asier Rúa, Ricardo Santonja
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Proveedores: Cortizo, Durmi, Louis Poulsen, Maderas Besteiro
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto surge de la necesidad de los clientes de crear un refugio cerca de Madrid, al que poder alejarse fácilmente de sus ajetreadas vidas en el centro de la ciudad. La parcela y su localización determinó casi por completo el diseño de la vivienda. El terreno era pequeño, estaba situado dentro de un bosque de pinos, tenía un desnivel de doce metros y unas vistas hacia el sur de un valle. Todos estos condicionantes fueron el comienzo del proyecto: disfrutar de las vistas del entorno, modificar mínimamente el terreno para no alterar el ámbito en el que se encuentra y orientar la casa hacia las vistas.
La vivienda es un espacio continuo donde las estancias se generan a partir de una superficie única. Esta superficie se quiebra para ir adaptándose a la geografía de la parcela e ir generando las diferentes estancias o módulos; por lo tanto, cada habitación tiene una diferente orientación y apertura hacia el bosque con la idea de crear un espacio distorsionado y no homogéneo.
Volumétricamente consta de una sola panta, seccionado en varios niveles, con una cubierta a dos aguas que volumétricamente crea unos encuentros geométricos, cuasi paramétricos. Para poder ejecutar este volumen poco convencional, intentar alterar mínimamente el terreno, ser rápidos en la ejecución y lo más sostenibles posibles, se eligió un sistema constructivo de paneles prefabricados de madera (CLT). Estos paneles vienen de bosques sostenibles austriacos dónde son pre-cortados y se montan en dos semanas en obra.
Los paneles actúan como estructura portante, cerramiento y acabado. Funcionan como una estructura continua dónde cada elemento es imprescindible dentro del puzle de piezas. La estructura pesa la quinta parte que una estructura normal y se apoya sobre pequeños pilares elevados sobre el terreno. En la medida de lo posible se ha intentado dejar la estructura de madera vista, ya que aporta gran calidez al interior, hace un guiño a las cabañas de montaña y se va modificando con el paso del tiempo. Sólo se han introducido tabiques de cartón-yeso cuando ha sido estrictamente necesario.
En cuanto al exterior, y siguiendo con la sostenibilidad que caracteriza a todo el proyecto, se ha utilizado una pizarra negra local, típica de la sierra madrileña, que cubre tanto la fachada como la cubierta de la vivienda, colocada de manera tradicional. Esta piel continua negra da homogeneidad al complejo volumen y le confiere un grado de abstracción. La edificación se eleva sobre el terreno para disfrutar mejor de las vistas hacia el valle, al igual que de los espacios exteriores.
Hay dos terrazas externas conectadas con los espacios habitables ejecutadas con tablones de plástico reciclado negro. Estas terrazas son como miradores al bosque; por un lado está el espacio de la casa y por otro el del arbolado, dos elementos que se influyen, pero que se respetan. La vivienda como otro ser vivo dentro del espacio natural.