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Arquitectos: Marziah Zad, Mohsen Marizad, Raha Ashrafi
- Área: 400 m²
- Año: 2020
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Fotografías:Negar Sedighi
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Proveedores: Asa Grating, Avandad, Sirang Brick, Tabriz Ceramic
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto de La casa del callejón responde a dos rasgos particulares de la cultura y el modo de vida iraníes.
Por un lado, las estructuras sociales históricamente conservadoras han creado una arquitectura introvertida que impide a los extraños ver el interior de las casas ajenas en la medida de lo posible. Por otra parte, la rápida urbanización iniciada en la década de los 70 dio lugar a modelos de vivienda que se desarrollaron de forma precipitada, sin tener en cuenta las preferencias culturales iraníes. Por el contrario, las tipologías de vivienda en Irán seguían los modelos genéricos de los edificios residenciales, con grandes ventanas orientadas al sur y una tasa de ocupación maximizada para asegurar el beneficio del mercado inmobiliario. Como resultado, lo que vemos en todas las ciudades del país son edificios compactos con grandes ventanas cerradas por cortinas.
Como respuesta a esta situación, el proyecto propone mantener la introversión de una arquitectura arraigada en la cultura local y, al mismo tiempo, crear conexiones con el entorno exterior, diseñadas individualmente para adaptarse a cada espacio de la vivienda.
Para ello, los arquitectos crearon un sistema de pórticos que, en lugar de dar a la calle, dan a los lados de los edificios vecinos. Las estructuras se escalonan unas sobre otras para proporcionar una iluminación indirecta a través de las terrazas, enmarcando las vistas o creando una experiencia particular por su relación con el exterior.
El título "La casa del callejón" tiene un origen funcional y conceptual. Funcionalmente, el título surge de una decisión que los arquitectos tomaron al principio del proceso de diseño: conectar dos calles paralelas a través de un callejón en la planta baja. Para favorecer estéticamente la existencia de un callejón dentro de un edificio residencial, se utilizaron materiales que hacen referencia a los espacios urbanos e industriales, como el granito y los paneles metálicos perforados. El pasaje permite el acceso del público durante el día, creando una característica única del proyecto, ya que los propietarios suelen preferir la seguridad y la privacidad al fácil acceso.
Pero, como ya se ha dicho, el título también tiene un origen conceptual, ya que el concepto de callejón está muy arraigado en la cultura iraní. En este proyecto, el callejón creado se desprende de la planta baja y se traslada figurativamente a los estrechos balcones de los pisos. El retranqueo de las paredes laterales con respecto a los edificios vecinos era necesario para permitir que la luz natural llegara a los espacios interiores, garantizando al mismo tiempo la privacidad. También hace posible la creación de los balcones que retoman la idea del callejón iraní y se convierten en un "callejón privado" con árboles y flores en macetas, como en la tradición persa de diseño urbano.
El edificio consta de dos apartamentos. El interior incluye entre las plantas espacios vacíos protegidos con barandillas, lo que permite la conexión visual entre los niveles y el aprovechamiento de la zona en este pequeño terreno de 8 por 16,7 metros. El resultado son relaciones visuales dinámicas entre espacios íntimos y vistas únicas al exterior desde cada espacio interior.
Los materiales elegidos son naturales, respetuosos con el medio ambiente y nativos de la región de Qom. Esta ciudad es árida y el ladrillo es tradicionalmente el principal material de construcción. Sin embargo, desde hace décadas, la piedra ha sustituido al ladrillo debido a la influencia del mercado inmobiliario, que ha llegado a considerar las fachadas de piedra como un símbolo de estatus en comparación con las de ladrillo. Al oponerse al uso de la piedra, la preocupación de los arquitectos por utilizar materiales de origen local y respetuosos con el medio ambiente les llevó a explorar patrones de colocación de ladrillos para conseguir una fachada icónica y distintiva que se aleja de la construcción vernácula.
En este proyecto, los arquitectos se esforzaron por llegar a las raíces de la cultura y la arquitectura iraníes, utilizando materiales de construcción tradicionales y locales de una forma nueva y visualmente interesante. La fachada de ladrillo de arcilla es discreta y destaca en su entorno urbano, atrayendo la atención sin comprometer la privacidad de los residentes.