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Arquitectos: Helga Blocksdorf Architektur
- Área: 194 m²
- Año: 2021
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Fotografías:Ruben Beilby
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La pintoresca ubicación independiente de un anexo histórico y los parámetros del limitado presupuesto de construcción sentaron las bases para un equilibrio entre la introversión y la extroversión en esta conversión de un antiguo granero. Al transformar un granero en un estudio fotográfico como espacio de trabajo temporal, la sala se cierra inicialmente desde el exterior. Se centra por completo en la producción de las imágenes contra el telón de fondo abstracto. El techo de doble altura de una parte de la sala permite perder la mirada hacia el panel cerrado del techo.
La densa cubierta, con un grosor de 50 mm y una dimensión axial de 95 cm, flota sobre el nuevo nivel. La carga de la construcción de la cubierta se transmite mediante vigas de hormigón armado. Estos elementos estructurales macizos y lineales marcan la división en el trabajo fotográfico dirigido a las zonas más convivenciales, que consisten en salones, cocina, baños y los nichos del guardarropa con sus ventanas cuidadosamente elevadas.
Es necesario un corte radical para crear una división claramente reconocible entre la introversión del estudio fotográfico y la extroversión prevista para los invitados. Los modelos, el fotógrafo y el equipo tienen una vista única y generosa de la extensión montañosa del paisaje de Uckermark. Esta imagen está perfectamente alineada con la puerta del granero y se hace eco de sus dimensiones. En este punto de articulación entre el vestuario, el almacenamiento y las grandes aberturas del granero, se inserta una escalera.
En este punto esencial, todos los parámetros de diseño se condensan en un único punto sísmico. En términos de construcción, las exigencias de la estructura de soporte, las propiedades físicas del volumen y la geometría de la escalera requerida dictan los límites de la viabilidad. El tema aquí es el anclaje horizontal y vertical de la línea central dentro del espacio abierto y cómo se puede utilizar en la estrecha estructura del volumen original y el nuevo escenario de abajo.
Durante la construcción se realiza un ajuste: la puerta del granero se abre y el paisaje aparece en la habitación. La petición del cliente hace que se desplace la escalera para que la vista Palladiana no se vea obstaculizada. La arquitectura actúa para enfatizar la tridimensionalidad de la escalera como una nueva articulación en el espacio, que puede ocuparse para subir, sentarse y estar parado. "Si se sabe dónde mirar, el proceso se hace visible a través de un lenguaje arquitectónico de pequeñas desviaciones entre elementos: trabajan juntos, pero siguen siendo extraños entre sí. Se complementan, pero no encajan del todo. [El autor] utiliza un lenguaje arquitectónico que no suaviza del todo las agendas opuestas, sino que les da sutilmente una presencia narrativa restante en el espacio".