-
Arquitectos: ALSE Taller de Arquitectura, Luz Marina Restrepo Pérez
- Área: 392 m²
- Año: 2014
-
Fotografías:Isaac Ramírez Marín
-
Proveedores: Cocina HA, DECORCERAMICA, Lumion, SketchUp
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La casa El Almendral se localiza en la parte alta de la Loma del Chocho en la ladera oriental de la ciudad de Medellín, en medio de un denso bosque tropical con vista panorámica a el Valle de Aburra. El lote se caracteriza por tener altas pendientes que fueron modificadas para conseguir una zona plana en la parte intermedia la cual terminó siendo determinante en el diseño, gracias al requerimiento de los clientes de conservarlo sin ser construido.
La construcción respeta la parte plana del lote para dejarla libre, y se emplaza en la ladera en tres niveles descendientes que se ajustan a las cotas del terreno. La geometría genera un patio interior alrededor del cual se desarrolla una rampa que conecta el nivel de acceso con los niveles inferiores en un recorrido sensitivo con vistas al paisaje lejano.
El nivel de acceso busca amplificar la parte plana del lote con una plataforma de entrada y una terraza. La entrada descontextualiza a los visitantes del paisaje panorámico del Valle, direccionándolos a unas visuales mas privadas de un jardín interior compuesto por una acacia amarilla y una pérgola de concreto que dibuja líneas diagonales de sombras sobre un muro enchapado de piedra. La terraza posee un área de 82 m2 con vista panorámica sobre los municipios de Sabaneta, Envigado y Medellín, en esta se diseñaron lucernarios que captan iluminación natural por cubierta para las habitaciones y los vistieres al mismo tiempo que crea sillas para sentarse a contemplar el paisaje.
El área social está cubierta por un techo inclinado con cerchas de madera que generan una variación en altura abriéndose al paisaje. La materialidad aplicada en el proyecto busca conservar la apariencia natural de los acabados de madera, concreto y piedras al igual que integrar la vegetación, lo que se evidencia con la enredadera que cubre la fachada y acompaña unas mamparas de madera. Estos elementos no sólo cumplen una función estética, sino que también ayudan a controlar de manera natural la entrada de sol directo del poniente.
El programa de la casa vincula los niveles más privados con el descenso de la circulación, de esta manera las habitaciones se localizan en el nivel -1 y el estudio en el nivel -2. La geometría de la casa permitió que cada uno de estos volúmenes inferiores tuvieran vista de 360° y aprovechara los taludes para componer jardines verticales que evitaron el uso de muros de contención.
