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Arquitectos: Hooba Design
- Área: 1050 m²
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Fotografías:Deed Studio, Parham Taghioff
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Proveedores: Harmony Co
¿Es posible unificar el paisaje urbano minimizando la expresión de la forma de los edificios como objetos singulares y haciendo hincapié en la ciudad en su conjunto? Unificar diferentes elementos del edificio incluyendo paredes, ventanas, puertas, etc., así como reducir la variedad de materiales de construcción, podrían, de alguna forma, constituir maneras de abordar aquellos reiterados problemas.
El proyecto fue diseñado como la sede de Kohan Ceram Brick Manufacturing Company. Preservando la estructura de hormigón existente, se decidió diseñar un ladrillo especial por un arquitecto para representar la fábrica. Ahora la pregunta es, ¿podría este tradicional material de construcción ir más allá de su simple función, ayudar a cambiar las percepciones hacia un edificio más complicado y combinar diferentes elementos constructivos en pos de alcanzar un nuevo fenómeno? ¿Cómo podríamos reducir la perturbación visual en el paisaje urbano introduciendo formas débiles como objetos de construcción?
La historia del edificio Kohan Ceram se inició cuando se formó una nueva pieza modular llamada "Ladrillo de anteojos". Este pequeño contaba con transparencia y solidez en una sola pieza y podía ver la ciudad desde dentro. Funcionó como mampostería, acabado y aislamiento al mismo tiempo, pero aún tenía la intención de ser más que eso. El Ladrillo de Anteojos no solo formó la fachada exterior, sino que también se transformó de una superficie en un volumen que se extendió hacia el edificio en forma de espacios verdes modulares. Reemplazando las paredes y ventanas, estos módulos definieron diferentes espacios en el mismo.
Por lo tanto, los muros interiores se formaron mediante la ampliación de los muros exteriores, siguiendo el criterio principal de diseño que era fusionar las cualidades duales. Llevando la iluminación natural al interior de los espacios de una manera misteriosa, el Ladrillo de Anteojos retrasó las percepciones hacia el edificio haciendo que el mismo fuera introvertido y extrovertido durante el día y la noche. Prohibió estrictamente que otros materiales participaran en la construcción del edificio y siempre se mantuvo fiel a su geometría. La penetración resultó ser la noción favorita del Ladrillo de Anteojos que, haciendo uso de su naturaleza semitransparente, fusionó el exterior con el interior desvaneciendo el límite entre ambos. Aquel Ladrillo de Anteojos era consciente de los beneficios en la ventilación y exposición a la luz que causaba por la penetración del exterior al interior y utilizó esta técnica para organizar los espacios dentro del edificio.
El Ladrillo de Anteojos integró cualidades constructivas como interior y exterior, introversión y extroversión, fachada y espacio, transparencia y solidez, iluminación natural y artificial, de manera tal de crear un nuevo fenómeno que no solo trae consigo características de ambos componentes, sino que también introduce nuevos valores al sistema. Por consiguiente, los desafíos de diseño se resolvieron fusionando estos componentes duales en elementos únicos. También utilizó esta homogeneidad para abordar la necesidad programática del proyecto que incluía tanto espacios comerciales como residenciales. Intentó expandir el aspecto comercial de la sala de exposición de ladrillos al exterior y, eventualmente, a la ciudad. Por lo tanto, se configuró el papel transitorio del edificio como un complejo de espacios en la escala del edificio y un objeto comercial en la escala urbana.
Carbono neto de funcionamiento cero: la radiación y la ganancia de calor solar se controlan mediante un sistema pasivo que utiliza rejillas de ladrillo operables. Los usuarios pueden controlar la luz del día y también la temperatura ajustando las cortinas. Con un espacio de 60 cm desde la primera capa, la segunda capa de la fachada contiene las aberturas de las ventanas principales para una ventilación natural. Este sistema reduce significativamente la demanda de energía del edificio. El sistema de iluminación se encuentra equipado con sensores de movimiento y, además, el sistema de refrigeración y calefacción consta de fan coils de techo con sistemas operativos separados en cada zona y sensores que detectan la presencia humana para encenderlos o apagarlos. Todos estos sistemas tienen un gran impacto en la reducción del consumo de energía del edificio.
Buena salud y bienestar: en algunas partes del edificio, la fachada se ha extendido a los espacios interiores, formando huecos profundos de hasta 5 m dentro de los espacios, para brindar luz natural y ventilación. El aire que ingresa a estos vacíos es filtrado por la vegetación en las jardineras a lo largo de su extensión volviéndose fresco y menos contaminado. Aproximadamente 70 m2 de la superficie total del edificio se han dedicado a espacios verdes que afectan significativamente la calidad de vida al filtrar y humedecer el aire del clima seco y contaminado de Teherán.
En las fachadas sur y oeste, donde la exposición a la luz solar es mayor de lo normal, los módulos de ladrillo y vidrio capturan el exceso de energía solar y permiten que una cantidad optimizada de luz y calor ingrese al edificio. Las estadísticas muestran que el 67% del área total del edificio se encuentra dentro del rango de iluminación diurna útil (UDI). El ladrillo utilizado en este proyecto es reciclable, tiene un efecto mínimo en el ecosistema y es más económico para mantener en las condiciones climáticas de Teherán. Algunos de los espacios interiores han sido separados por mamparas de vidrio para crear una conexión visual y permitir una mejor penetración de la luz solar.