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Arquitectos: StudioBenaim
- Área: 4300 m²
- Año: 2020
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Fotografías:Pietro Savorelli
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El Campus Busajo es un centro dedicado a los niños en situación de vulnerabilidad, que son alojados durante un período de tiempo específico, durante el cual se les ayuda a reconstruir sus vidas y encontrar respeto por ellos mismos y los demás.
El proyecto fue encargado por Busajo Onlus, una organización sin ánimo de lucro con sede en Florencia (Italia). AeI Progetti, una empresa de ingeniería con sede en Florencia, fue la consultora de las estructuras, mientras que el contratista general fue una empresa local llamada "Tadesse Fikadu". El Campus ofrece espacios para la vida, la enseñanza, la cualificación profesional, el deporte y el ocio. Estos espacios están estructurados en forma de pueblo en una superficie de 33.500 metros cuadrados.
El principal reto cultural del proyecto era crear un espacio que pudiera ser aceptado como familiar por los niños. El lenguaje arquitectónico del campus utiliza los mismos elementos del vocabulario de la forma de construcción espontánea local, pero reensamblados para evitar el caos y la dispersión típicos de los suburbios etíopes. La atención a los hábitos visuales, los materiales y los colores locales ha sido desde el comienzo la principal herramienta para conseguir que los niños tengan un sentimiento de pertenencia al lugar.
Uno de los principales retos es el clima, que impone la necesidad de protegerse del calor y la lluvia. Así, todas las fachadas de los edificios se han dotado de un "dispositivo de filtrado" continuo, una especie de porche cubierto y protegido del exterior por paneles de madera de eucalipto, estructurados en una rejilla de protección solar. La profundidad de los salientes de las cubiertas y los balcones ayuda a crear sombras constantes en las fachadas, generando, junto con los paneles de protección solar, un verdadero sistema de refrigeración pasiva para los edificios. El mismo "espacio filtrante" hace las veces de porche, protegiéndolo de las inclemencias del tiempo y permitiendo que los niños continúen con sus actividades al aire libre, incluso en época de lluvias. Para los edificios principales, se optó por insertar una especie de patio mediterráneo, buscando potenciar las reuniones de la comunidad en un espacio protegido no sólo de los elementos sino también de la calle.
Los patios de recreo interiores son importantes espacios de encuentro de la comunidad donde los niños pueden reunirse, aprender y jugar en un entorno seguro. El proyecto hace un amplio uso de materiales locales: madera de eucalipto, árbol nacional de Etiopía, y una piedra local utilizada para pavimentar el patio. El eucalipto se utilizó para todas las estructuras de celosía que sostienen las cubiertas, para todos los elementos que protegen las fachadas, para las barandillas de las galerías e incluso como apuntalamiento y andamiaje para la construcción. Se utilizó tierra roja natural para colorear los suelos de hormigón.
El campus se basa en el principio de máxima autosuficiencia, con espacios dedicados a la horticultura y la ganadería. Los niños participan en la gestión de estas actividades con fines educativos. El campus ha sido equipado con un pozo independiente, que proporciona agua potable también a la gente de fuera del campus. El agua de lluvia procede de los tejados, se trata y puede utilizarse para el riego.