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Arquitectos: CESUGA School of Architecture, Erazo Pugliese
- Área: 19 m²
- Año: 2021
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La facultad de arquitectura de CESUGA llevó a cabo un taller intensivo de diseño y construcción en madera, dirigido por los arquitectos Sebastian Erazo y Stefano Pugliese, y coordinado por los profesores arquitectos Javier Caride y Tomas Valente. Su objetivo principal fue promover el uso de la madera como material de construcción en la región forestal de Galicia, España, a través de la formación en los campos de diseño y la técnica constructiva. El borde marino en los alrededores de playa de Barrañán en el municipio de Arteixo, fue elegido como área de soporte de posibles infraestructuras ligeras que marquen y conecten caminos existentes a lo largo de la costa atlántica norte. El taller buscó sensibilizar a los participantes al trabajo de la madera, construyendo con sus propias manos una pequeña estructura a escala habitable, y fue desarrollado en dos fases.
Una primera de análisis del sitio, diseño y prefabricación en el taller de madera de CESUGA, y una segunda de montaje y fabricación en el lugar de intervención: Punta Alta, un pequeño saliente rocoso que se proyecta hacia el océano atlántico en dirección norte, se abre al oeste hacia una secuencia de puntas rocosas y ensenadas, inicio de “Costa da Morte”, y al este hacia el área dunar de la playa de Barrañán, hábitat natural de especial protección y conservación de la biodiversidad de la Unión Europea, Red Natura 2000. Este análisis arrojó primeras conclusiones: el viento nordeste, es fuerte e imponente; el sonido de las olas incesante; las vistas hacia la naturaleza rocosa del lado oeste, cautivantes. La simple belleza natural de la punta invitaba a pensar en una intervención mesurada y en una estructura liviana y de simple montaje. Las distintas hipótesis de diseño aportaron elementos como plataformas a distintos niveles, asientos, superficies para comer, protección del viento nordeste, direccionalidad hacia los puntos más atractivos, y la oportunidad de aprovechar espacios protegidos bajo la estructura, en contacto con el suelo, cubierto de un suave musgo.
La materialización de estas exploraciones, corresponde a un sistema estructural modular: paneles de 120x120cm, los cuales al deslizar verticalmente sus vigas en los pilares, permiten conformar una plataforma adaptable a situaciones topológicas diversas. Instalados los primeros módulos, la plataforma se convirtió en mesa de trabajo. Esta fue utilizada como soporte para trabajar los componentes del resto de la estructura, y con estos construir bancos, una plataforma de observación y dos módulos inclinados, utilizables tanto como apoyo o asiento para observar el este, como también de protección al orientarse al oeste. La estructura fue así finalizada in situ y principalmente con herramientas manuales. Este sistema, simplemente posado en el terreno, sin ningún tipo de anclaje, es un intento de balance entre artefacto y naturaleza. Es un soporte de pausa, observación e interpretación al costado de un sendero. O como una participante lo describió elocuentemente: “el final de un camino que acaba en el mar”.
This way, once the first modules were installed, the platform became a work table. This was used as support for preparing the remaining components, and with these, to build benches, an observation platform, and two sloped modules, to be used as support or seat for eastward observation, as well as protection from the wind when facing west. This way, the structure was finished on site and using hand-powered tools. This system, simply standing on the terrain, with no type of foundations, is an attempt for seeking a balance between artifact and nature. It is a support for pause, observation, and interpretation on the side of a path, or as one of the participants eloquently described it: “the conclusion of a path that ends in the sea”.