-
Arquitectos: Lautaro Del Federico, Tadeo Shiira Albano
- Área: 216 m²
- Año: 2020
-
Fotografías:Walter Gustavo Salcedo
-
Proveedores: GRAPHISOFT, Adobe Systems Incorporated, Aluar, AutoDesk, Ceramica Cortines, Florencia, Graphics Suite, JOHNSON, Longvie, Oblak, Peirano, Roca, Trimble Navigation
Descripción enviada por el equipo del proyecto. San José de la Esquina es una localidad al sudoeste de la provincia de Santa Fe, a pocos kilómetros del límite con la provincia de Córdoba. Con unos 7000 habitantes y ritmo tranquilo, la ciudad cuenta mayormente con viviendas de 2 plantas y algunas construcciones que datan del siglo XIX.
El proyecto nace desde la solicitud de un comitente que había adquirido un solar en esquina, en la intersección de dos bulevares, para realizar una inversión de renta. Habiendo analizado la demanda del lugar, los resultados nos devolvieron que existían pocas unidades de vivienda de un dormitorio con patio y estas actualmente son muy demandadas por parejas jóvenes sin hijos y por profesionales mayormente vinculados a tareas relacionadas con la agroganadería que necesitan permanecer en la localidad por uno o dos años. De esta manera el proyecto comenzó a orientarse hacia ese público y además debíamos buscar el plus de diversificar sus usos.
El terreno posee 14.50 metros de frente hacia el oeste y 15.50 metros de frente hacia el sur. De esta manera el proyecto se organizó en cuatro cuadrantes que priorizan las orientaciones favorables, la iluminación y la ventilación natural. Como resultado se obtienen en planta baja un local comercial (con la posibilidad de dividirlo en 2 más pequeños), 2 cocheras y un patio de uso común, y en planta alta 3 departamentos de un dormitorio, cada uno con su terraza y acceso individual.
Formalmente optamos por trazos limpios que definieran volumetrías claras y que las terrazas y el patio central fueran como sustracciones en esa volumetría generando los vacíos. Intentamos usar la menor variedad de materiales posibles priorizando que fueran de utilización habitual en la zona. La idea en planta baja fue que la transición de la estructura hacia las fundaciones ocupara la menor cantidad de superficie, por lo que decidimos el uso de hormigón armado utilizando las cajas de escaleras y una sola columna recedida en la esquina para soportar la carga de la planta alta.
Esto permitió lograr una planta baja muy espaciosa y versátil. Los pisos de los espacios comunes y semicubiertos fueron revestidos con la misma baldosa de 6 bastones utilizada en las aceras que ingresan al edificio por las cocheras y llegan al patio. En planta alta la mampostería de elevación se resolvió en las fachadas hacia el exterior con mampostería doble de ladrillo visto de la zona, cámara de aire y ladrillo hueco revocado en el interior; y con ladrillo hueco revocado para el resto de la tabiquería. Las cubiertas livianas son de chapa trapezoidal negra, perfilería metálica y cielorrasos de placa de madera OSB vista. Las aberturas de aluminio son de color negro y los elementos de herrería (Puertas, portones y barandas) fueron realizados en hierro y pintados de negro.
Finalmente los muros del patio fueron intervenidos por una artista local. La permeabilidad visual de la planta baja permite ver los murales desde el exterior del complejo.