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Arquitectos: gad
- Área: 10200 m²
- Año: 2019
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Fotografías:Shiromio Studio, Shouqing Wu
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Cuando dejemos de concebir las ciudades como meros lugares para vivir, y empecemos a diseñarlas como espacios dinámicos donde todo ocurre al mismo tiempo y en el mismo lugar, podremos finalmente construir una vida urbana más diversa. Situado en la ciudad de Xi'an, en el nuevo distrito de Qujiang, el Centro Comunitario de Qujiangyin reflexiona sobre el diseño urbano, la vida en la ciudad y los puntos de contacto entre arquitectura y paisaje. El edificio se inserta en el tejido urbano existente de manera provocativa e incita el desarrollo de nuevos estilos de vida modernos a través de la diversidad de sus usos y programas -edificios de apartamentos, hoteles, oficinas, espacios públicos, museos y galerías de arte-. Es en este rico y diverso lugar donde el nuevo Centro de Arte de Qujiang encuentra su lugar, convirtiéndose en el corazón del Centro Qujiangyin, símbolo de un nuevo tiempo y una nueva forma de construir ciudades.
Punto de partida del diseño
El proyecto del Centro de Arte de Qujiang fue concebido como un elemento de conexión, una estructura que busca construir puentes entre la arquitectura y el entorno. Uno de los principales factores condicionantes del terreno era que la parcela se encontraba limitada al sur por una gran ruta de circunvalación con tráfico pesado. Tratando de mantenerlo alejado de este ambiente profano, el volumen del edificio se ha elevado, suspendiéndose en el espacio para construir un nuevo contexto menos hostil y más acogedor. Completamente abierto al público y animado por una serie de programas mixtos, el Centro de Arte de Qujiang se manifiesta de manera permeable hacia su exterior, abriendo sus puertas a los visitantes e invitándoles a entrar y descubrir un nuevo contexto y una nueva forma de relacionarse con la ciudad.
De hecho, gracias a las transparencias que propone el volumen, antes de atravesar la puerta, los visitantes ya están inmersos en el contenido del museo. Durante su inauguración, el Centro de Arte de Qujiang acogió una exposición de piezas de plata de Picasso, recibiendo miles de visitantes.
Narrativa espacial
El recorrido del museo no es obvio ni directo. Sus espacios nos invitan a encontrar nuestros propios caminos, nos llaman a explorar, subir, bajar, girar y sorprendernos a cada momento. Esta organización nos lleva a construir nuestra propia narrativa, promoviendo una nueva forma de relacionarse con la ciudad.
Situado entre una serie de espacios urbanos fragmentados, el Centro de Artes de Qujiang fue diseñado para unificar y dar sentido a este lugar. Debido a que existía un desnivel de diez metros entre un lado y el otro del terreno, el acceso al edificio se diseñó como un recorrido sinuoso, casi poético, que une los diferentes elementos del paisaje creando un conjunto coherente y legible. Al asentarse en la suave pendiente de la ladera y proyectarse con sus transparencias hacia la intensa ruta, el edificio propone un nuevo diálogo entre el centro de arte y la ciudad de Xi'an.
Contribuyendo a generar una transición de escalas entre el edificio y el espacio urbano, el proyecto de paisajismo crea una simbiosis entre la arquitectura y la naturaleza. Lo que se propone en este proyecto es una vez más “perderse y volver a encontrarse”. A medida que los visitantes se alejan y se acercan al edificio, descubren el objeto con diferentes escalas, tiempos y materialidades. Una vez dentro, pueden volver a recorrer con los ojos el camino que han realizado para llegar allí, sin saber si están dentro o fuera del edificio. Esta secuencia arquitectónica es la materialización de una narrativa espacial capaz de despertar las más variadas emociones y sensaciones, enriqueciendo nuestra percepción de la arquitectura y también del paisaje.
Límites difusos
Mientras caminamos por este espacio y nos sumergimos en la experiencia museística, el edificio nos invita a contemplar la relación entre la arquitectura y la naturaleza. El volumen del Centro de Arte de Qujiang, suspendido a quince metros del suelo, se materializa como una enorme caja de cristal que alberga los principales espacios de exposición del museo. Esta solución constructiva garantiza la ligereza y transparencia del edificio, permitiéndole interactuar con el paisaje circundante, operar de forma complementaria a su contexto y evitar oponerse a él. Debido su doble fachada -la cual posee dos metros de distancia entre las capas-, se crea un efecto chimenea que permite un mejor control de la ventilación interior, minimizando la dependencia de los sistemas mecánicos de aire acondicionado y maximizando el rendimiento térmico y acústico de la estructura en su conjunto.
El espacio central de exposiciones se divide en tres niveles diferentes. Toda la estructura de la caja suspendida funciona de manera integrada, una solución que, por sus proporciones, permite crear voladizos extremadamente generosos. Si se comparan las dimensiones generales con el tamaño de la columna que oficia de soporte central, se crea un poético efecto de suspensión que hace parecer que toda la estructura "no tiene ningún peso". Además, debido a su estructura perimetral de acero, los espacios de exposición están totalmente libres de estructuras secundarias, generando una visión continua y perimetral entre el interior y el exterior, como si ya no hubiera límites concretos entre la arquitectura y el paisaje.
Conclusión
El Centro de Arte de Qujiang es un proyecto desarrollado en asociación entre gad, CCD (diseño interior) y T.R.O.P (arquitectura paisajística). Como contenedor del espacio y la memoria, el Centro de Arte de Qujiang -a través de la "fuerza" de su diseño, la "permeabilidad" de su materialidad y la "inteligencia" de su estructura- genera una tensión visual extrema con una solución técnicamente simple, creando un centro de arte flotante que pretende inyectar una nueva energía en la comunidad de Xi'an y Qujiang.