La ventana es aquel elemento arquitectónico que satisface nuestra necesidad innata de relacionarnos con el espacio exterior, proveyéndonos de ventilación y luz. Sin embargo, cuanto más extensa y limpia es, mayor es la sensación de "sentirnos afuera". Consecuentemente, abrir los espacios al exterior se ha vuelto un requerimiento habitual por parte de las personas que quieren y necesitan habitar espacios flexibles, adaptables, y en contacto con la brisa y la naturaleza. Existen muchas maneras de hacerlo, pero no todas permiten que un recinto cerrado y hermético se vuelva totalmente abierto y continuo, despejando los límites entre ellos.
Con el objetivo de optimizar el espacio y difuminar sus límites físicos, Vitrocsa ha desarrollado la tecnología Turnable Corner, que consiste en la integración de grandes paneles de vidrio que se deslizan por las esquinas mediante rodamientos que pivotan. De esta manera, se eliminan completamente los paneles de la vista, liberando el espacio frontal y en las esquinas. Los paneles pueden alcanzar una superficie de hasta 10 m2 (300 kg) utilizando un solo acristalamiento doble.
La particularidad de esta tecnología es que permite el deslizamiento independiente de los paneles en cualquier dirección, utilizando carriles y marcos de no más de 140 mm de ancho, encastrados y ocultos en el suelo, las paredes y el techo. Además, cada panel puede ocultarse completamente a lo largo de una pared en el costado de un edificio, o apilarse dentro de una cavidad. El resultado genera continuidad visiva incorporando las vistas del paisaje en el espacio interior, y logrando una sensación de amplitud del espacio.
En la Casa Crescent, ubicada en el puerto de Sidney, los arquitectos utilizaron esta tecnología para extender completamente la sala de estar de la vivienda hacia la bahía y el mar enfrente. De este modo, el paisaje ingresa al interior y las condiciones climáticas puede sentirse completamente en casi todos sus recintos, mientras los paneles acristalados pivotan y se adjuntan a los muros laterales adyacentes.
La Casa AZ, diseñada por los arquitectos de nabil gholam, sigue una lógica similar, abriendo completamente su planta baja hacia una terraza al aire libre y su piscina: "La mirada se dirige constantemente hacia el mar, el espectacular telón de fondo de las montaña de Jounieh o las relucientes torres de Beirut en el horizonte. Donde la estructura se toca con los edificios vecinos, las ventanas funcionan como rendijas. Donde la vista se abre, las ventanas se vuelven más generosas, enmarcando el paisaje como una pintura".
La privacidad fue un tema importante en el diseño de la Casa Sunrise por MCK Architecture & Interiors. Cerrándose hacia la calle y ubicando los espacios habitables hacia el Océano Pacífico, la casa debía tener la flexibilidad necesaria para que sus usuarios pudieran gestionar sus niveles de apertura. "Todo el espacio habitable se abre a través de secuencias perpendiculares de puertas acristaladas del suelo al techo. La zona habitable se convierte en una plataforma que se cierne sobre el paisaje, desde la que se mira a través del océano hacia el horizonte", comentan sus arquitectos.
Como hemos visto, soluciones como las presentadas en este artículo funcionan eficazmente en un espacio residencial, pero también pueden ser un valor añadido para edificios públicos o de uso mixto, donde la adaptabilidad y multiplicidad de funciones son fundamentales, y donde la relación directa con el contexto puede contribuir a una mejor calidad de vida. Conoce más detalles aquí.