Para diluir los límites impuestos tradicionalmente por las paredes, las cocinas integradas pueden incorporarse en los entornos adyacentes, y lo más común es que sea con salas y comedores, mediante el uso de islas, mesas, desniveles o incluso diferenciando pisos y revestimientos.
Las cocinas integradas permiten una mayor interacción entre el área de preparación de alimentos y el área social, que normalmente se vería obstaculizada por la presencia de barreras visuales y físicas como las paredes. Este tipo de solución es una buena alternativa para hogares pequeños debido a la optimización del espacio ocupado, aunque también se encuentra en casas más grandes. De todos modos, el resultado puede tener efectos favorables para la integración de dinámicas, relaciones y flujos diarios del entorno residencial.
Seleccionamos, entre los proyectos ya publicados en ArchDaily Brasil, 19 casas brasileñas con cocinas integradas. Explóralas a continuación: