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Arquitectos: Marta Maccaglia, Semillas
- Área: 230 m²
- Año: 2019
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Fotografías:Eleazar Cuadros, Marilisa Galisai
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Proveedores: AutoDesk, Cemento INKA, Eternit, NEMATSA srl
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La comunidad nativa de Otica, está ubicada en los bordes del Rio Tambo en la selva central del Perú. La comunidad contaba ya con un local comunal construido completamente en cemento por parte del gobierno local. Sin embargo dicha construcción ha quedado en desuso debido a la falta de representación cultural y la ausencia de la condición de confort ambiental. Es por ello que la comunidad seguía necesitando de un espacio de encuentro y reunión.
Así nace el proyecto del nuevo local comunal, o Casa Grande “Atyaro Pankotsi”, para la comunidad indígena Ashaninka de Otica. El proyecto se ha llevado a cabo a través de talleres participativos y la arquitectura, de carácter local, recoge los aportes comunitarios. Actualmente el espacio es un punto catalizador de encuentro y es de uso polivalente.
El edificio está ubicado en un punto central de la comunidad, adosado a la plaza principal y a la cancha de futbol. El programa consiste en un espacio polivalente y un módulo de cocina, oficina y taller de artesanía.
El edificio se compone de una cimentación corrida en piedra y cemento que se eleva del suelo para proteger de las inundaciones y a la vez funciona de gradería hacia el exterior y hacia el interior, generando un espacio con forma de anfiteatro rectangular. La estructura aporticada de madera, sostiene un techo a dos caídas de planchas en fibrocemento. Esta gran cubierta protege del sol y de la lluvia garantizando confort ambiental, con ventilación constante e iluminación natural. Dos plazas de acceso, equipadas con una banca en su borde y un árbol nativo en el medio, señalan los ingresos al local comunal. Hacia norte un módulo en concreto y ladrillo contiene el programa de cocina, oficina y taller de artesanía, el cual se desarrolla en dos alturas. Los materiales son por la mayoría locales: La madera viene de los bosques de Otica, las piedras del río aledaño y los ladrillos de arcilla de las comunidades cercanas a Otica.
La propuesta arquitectónica se inspira de su entorno y el espacio es como una gran plaza cubierta que alberga múltiples usos como reuniones, fiestas y talleres.