Escuelas del futuro: Cómo el mobiliario influye en el aprendizaje

Escrito por Audrey Migliani | Traducido por José Tomás Franco
Publicado el 02 de Mayo, 2020

Es un derecho de los estudiantes el ser educados en un ambiente seguro, saludable, e incluso estéticamente atractivo, especialmente si se trata de estudiantes de edades tempranas, cuando la importancia de todos estos factores es aún más evidente. En relación a la ergonomía de las sillas, por ejemplo, se ha demostrado que, cuando es inadecuada, perjudica en gran medida la concentración y el desarrollo de la caligrafía, por ejemplo. También se sabe que la eficacia del método de enseñanza tradicional se está cuestionando y, al mismo tiempo, la calidad de las metodologías alternativas se considera con cada vez más fuerza. En otros artículos discutimos con más detalle el diseño de escuelas Montessori y la atmósfera de los interiores Waldorf.

Hoy, cubriremos la importancia de la elección de los muebles y algunos aspectos que deben considerarse al organizarlos en el diseño de las aulas para las escuelas del futuro.

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Por estas y muchas otras razones, es posible decir que existe una trilogía fundamental para un aprendizaje exitoso: la calificación del personal docente, el interés de los estudiantes y las cualidades del entorno físico – el aula. Entre ellos, la arquitectura tiene la capacidad de proporcionar espacios de alto confort ambiental, incluyendo un diseño funcional y mobiliarios de calidad.

Itoi Elementary School / Atelier BNK. Image © Koji Sakai

Al pensar la configuración de las aulas del futuro, es necesario considerar cinco consejos que ayudarán a satisfacer las necesidades de los estudiantes:

Intervalos para ejercicios y movimientos: es importante proporcionar áreas libres cerca de las aulas, o incluso dentro de ellas, para satisfacer esta demanda.
Equipamientos de gimnasia: del mismo modo, se puede proporcionar un área (esta vez con equipos pequeños de gimnasia) para remediar la necesidad de gasto calórico de cada grupo etario.
Mesas multipropósito: al igual que en las oficinas, es necesario considerar que los estudiantes pueden variar el uso de las mesas, ya sea sentados o de pie.
Muebles con ruedas: las mesas y sillas con ruedas permiten una flexibilidad rápida y silenciosa. Hablaremos de este beneficio más adelante.
Espacios para la democratización de las ideas: los espacios para que los estudiantes escriban y discutan ideas entre ellos son fundamentales.

Entre las preocupaciones generales a considerar al diseñar un espacio para el aprendizaje, se encuentran:

Flexibilidad: para apoyar las más variadas formas de estrategias de enseñanza y aprendizaje.
Eficiencia: como en cualquier entorno diseñado, se deben pensar soluciones sostenibles y, además, las alternativas deben ser duraderas a largo plazo. Como dice el dicho, lo barato cuesta caro.
Ergonomía: se debe tener en cuenta al usuario, es decir, todo debe adaptarse a las medidas del alumno (para cada grupo etario) y considerar las necesidades de los distintos niveles de desarrollo de cada fase de la vida humana. Por ejemplo, cada edad entrega la capacidad de concentrarse sentado durante un cierto período de tiempo:

- De 6 a 10 años: en promedio, 5 minutos de concentración.
- De 11 a 15 años: en promedio, 15 minutos de concentración.
- De 16 a 20 años: en promedio, 25 minutos de concentración.

Por esta razón, es importante diseñar áreas de movimiento que promuevan los descansos respiratorios sin afectar el progreso de las clases. El Dr. D. Breithecker (del Instituto Federal para el Desarrollo de la Postura y el Ejercicio en Wiesbaden) recomienda que el día escolar se divida de la siguiente manera: 50% sentados (sesión dinámica) / 30% de pie (mesas de pie) / 20% de movimiento (aprendizaje en movimiento).

Flexibilidad

Antiguamente, el aula solo necesitaba un tipo de configuración: el maestro al frente (sentado en la silla o escribiendo en la pizarra) y los estudiantes en filas paralelas escuchando y tomando notas. Cada vez más, los estilos de enseñanza están experimentando una intensa transformación. Las escuelas del futuro deben ser flexibles porque en ellas, la rutina escolar se estructura a través de bloques de actividades rítmicas.

Las nuevas formas de organización de las mesas y sillas son parte de este cambio, facilitando la comunicación y la democratización del entorno de enseñanza. En las escuelas del siglo XXI, el foco está en el estudiante, y para demostrarlo, el diseño debe acompañar esta transformación.

El mobiliario debe ser flexible para permitir diferentes opciones de organización espacial, asegurando que se adapte fácilmente a cualquier actividad propuesta por el currículo escolar de forma rápida y silenciosa.

Algunas de las posibilidades espaciales que contribuyen a las nuevas prácticas docentes son:

Un gran círculo de sillas para debates.
Grupos más pequeños para discusiones temáticas.
Espacios para conversaciones exclusivas con el profesor.
Espacios para la concentración individual. En este caso, puede ser interesante proporcionar particiones móviles.
Momentos para el trabajo del maestro. Aquí, se recomienda utilizar la tecnología para proporcionar pizarras interactivas y dinámicas para captar el interés de los estudiantes.

En este punto, los muebles ligeros y fáciles de mover tienen una ventaja sobre los tradicionales, habitualmente fabricados de madera. Las sillas con ruedas son una excelente opción porque son silenciosas y rápidas. Además, tienen ajustes de altura y rotación, por lo que tienden a ser más exitosos que los fijos, en los cuales hay una mayor incomodidad para los estudiantes que necesitan cambiar de posición regularmente.

Eficiencia

Se estima que cada estudiante pasa un promedio de seis horas al día (durante aproximadamente 11 años) sentado en las sillas de la escuela. Si consideramos que cuando los estudiantes se van, llegan nuevos, se concluye que la inversión en la calidad de los muebles es más efectiva que la elección de piezas más baratas, de calidad inferior.

Al especificar mesas, sillas y armarios para entornos escolares, se debe tener en cuenta su durabilidad, su facilidad de limpieza y mantenimiento, y su resistencia. Por lo general, cuando se eligen estas piezas, la obra ya está finalizando y el presupuesto es escaso. Para evitar la falta de fondos al definir el mobiliario escolar, es importante considerar esta inversión desde el comienzo del proyecto.

La elección de mobiliarios de calidad le indica al usuario (en este caso, a los niños) que existe preocupación por ellos. Por lo tanto, es muy probable que exista un mayor sentimiento de pertenencia y, en consecuencia, un mayor respeto por su entorno.

Ledeer Daycare Center / Credohus. Image © Hong Li

Otra recomendación es considerar el grupo etario que utilizará cada aula, para no correr el riesgo de especificar muebles genéricos. Aunque sean de calidad, serán ineficaces para algunos grupos. Lo mismo ocurre con otras áreas escolares: las sillas utilizadas en aulas no deben ser las mismas que las de la biblioteca, la cafetería o los laboratorios.

Para la elección de las mesas, es importante pensar en que la mayoría de los estudiantes usan dispositivos electrónicos como computadoras portátiles o tablets. Se recomienda elegir mesas con superficies que se ajusten a estos dispositivos, además del material básico como cuadernos y estuches.

Ergonomía

Un estudio realizado por FIRA (Furniture Industry Research Association) en el Reino Unido, afirma que los niños de hoy son más altos (con brazos y piernas más largos) que hace treinta años. Estas son medidas que influyen directamente en su comodidad. En otras palabras, son niños del siglo XXI que utilizan muebles que fueron diseñados para niños de hace más de 50 años.

Los muebles elegidos deben adaptarse a las dimensiones de los niños, y no al revés. Deben permitir el movimiento y garantizar una buena postura.

El mobiliario de las escuelas del futuro debe reflejar las necesidades de los niños del presente. Mucho más allá de la estética, la calidad de los muebles (y su disposición asertiva en los interiores), colaboran con el desarrollo y, en consecuencia, con el mejor aprendizaje de los estudiantes de cualquier edad. Según la misma encuesta realizada por FIRA, el 13% de los estudiantes entre 10 y 16 años tienen algún tipo de problema o molestia en la el área posterior. Este número es aún mayor en niños mayores. Elegir mesas y sillas con cierta inclinación ya puede ser un gran paso para resolver este problema.

Beneficios de una buena elección del mobiliario escolar

Para los alumnos

Mayor facilidad de aprendizaje, empoderando a los estudiantes y aumentando su autoestima. Los estudiantes podrán concentrarse más tiempo y realizar tareas más rápido.
Mejor calidad de vida, ya que la ergonomía correcta proporcionará menos problemas de salud y un mayor bienestar físico.
Mayor creatividad, gracias a la flexibilidad de los espacios que permitirán más estímulos a la hora de aprender.

Para los profesores

Apoyo para un currículo flexible. Cuando el mobiliario prevé cambios de diseño, el maestro se siente más cómodo al proponer dichos cambios, haciendo que las actividades propuestas sean más dinámicas y atractivas para los estudiantes.
El incentivo de pertenencia al espacio físico permite a los estudiantes estar más dispuestos a colaborar, lo que hace que el aula sea más cómoda e interesante para todos.

Para la escuela

Elegir muebles de calidad requiere de una gran inversión a corto plazo, pero entrega un costo-beneficio muy importante a largo plazo. Normalmente, se debe considerar una vida útil de 10 años para cada mueble.
El diseño flexible (y en consecuencia la enseñanza flexible) genera más interés por parte de los estudiantes y, a su vez, un resultado mejor evaluado. Un ambiente de trabajo estimulante es deseable para todos los involucrados.

Elegir muebles que satisfagan las necesidades de los estudiantes es una actitud positiva para todos los involucrados en el entorno escolar. Es necesario cambiar la perspectiva en relación con los costos por parte de los administradores y arquitectos, y su inversión debe considerarse desde la fase inicial del proyecto. También es deseable que los arquitectos tengan en cuenta los parámetros de eficiencia, ergonomía y flexibilidad explicados anteriormente, poniendo a los niños y niñas en el centro del diseño.

Por lo tanto, además de proporcionar espacios para el movimiento libre y guiado, el mobiliario escolar del futuro debe estar alineado con las necesidades de una dinámica didáctica más flexible, que a su vez debe ser duradera y cómoda para la anatomía de todos los usuarios.