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Arquitectos: MYCC
- Área: 144 m²
- Año: 2019
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Fotografías:Rubén P. Bescós
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Proveedores: Acor, Baumit, Trimble Navigation
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La vivienda se sitúa en uno de tantos pueblos olvidados de España, donde la pequeña población que todavía permanece está próxima a desaparecer. Sin embargo, como en tantos otros enclaves, cuenta con un bello castillo en ruinas y una iglesia románica. Muy cerca de ellos, en un emplazamiento privilegiado, decidió el propietario de esta vivienda comprar un antiguo cobertizo para rehabilitarlo y convertirlo en su residencia vacacional. La ubicación, a escasos metros del castillo, animó a conservar tanto los centenarios muros de piedra como el diseño de la cubierta y gran parte de las tejas de la vieja construcción de labranza.
La casa se construye tras estos muros, abriendo grandes ventanas, desde las que se pueden observar las piedras que narran la historia del lugar. Este material se combina con el hormigón visto del techo y el microcemento del suelo que también hablan de los acabados naturales y ásperos del campo, y que relacionan esta planta semienterrada con la tierra. En medio de la planta, como si acabara de abrirse una escotilla, se despliega una escalera de madera que llama a su ascenso.
En la planta superior el diseño de la cubierta rememora la existente. Un interesante cruce de vigas que no se puede perder por la necesidad de una compartimentación, por lo que se decide que los tabiques opacos lleguen tan solo hasta dos metros de altura y el resto se completa con un juego de vidrios que permiten que la cubierta se vea casi íntegramente desde cualquier estancia. En ella se recortan unos lucernarios desde los que se puede observar el campanario, parte del castillo y el cielo, configurándose un espacio luminoso con materiales cálidos, que se abre al horizonte de la meseta castellana,y que se contrapone con el espacio estereotómico de la planta baja.
En el exterior la piedra se combina con SATE, que proporciona 12 cm de aislamiento y un acabado rugoso y desigual que evoca los revocos antiguos. Este aislamiento sumado a un poliuretano proyectado, consigue una envolvente continua que elimina todos los puentes térmicos y dota a la vivienda de calificación energética A.