La tierra apisonada o tapial se ha utilizado en la construcción durante miles de años, y la evidencia de su uso se remonta al período neolítico. Comúnmente utilizada –especialmente en China–, la técnica se aplicó tanto en monumentos antiguos como en la arquitectura vernácula, incluyendo la Gran Muralla. Aunque el interés en la tierra apisonada disminuyó durante el siglo XX, algunos continúan impulsando su uso en la actualidad, destacando su sostenibilidad en comparación con los métodos de construcción más modernos. En particular, las estructuras de tierra apisonada utilizan materiales locales, por lo que presentan bajos niveles de carbono incorporado y producen poco desperdicio. A continuación, describimos cómo construir con este material.
Para comenzar, trabajar con tierra apisonada requiere de una fuerte comprensión del clima y la ubicación en la que se construirá la estructura. Por lo general, la técnica funciona mejor en climas con alta humedad y temperaturas relativamente moderadas. En climas más fríos, las paredes de tierra apisonada pueden necesitar aislantes adicionales, mientras que en lugares con mucha lluvia, necesitan protección adicional contra la lluvia. Además, muchos países carecen de regulaciones para los edificios que utilizan esta técnica. Por estas razones, la construcción con tierra apisonada puede no ser totalmente factible en algunos lugares.
Una vez que la ubicación se considera adecuada, se puede comenzar construyendo el marco para los muros. Usualmente compuesto por dos paneles paralelos de madera contrachapada, el marco es rellenado con una capa de tierra húmeda, que generalmente incluye arena, grava, arcilla y un estabilizador. Después de agregar esta pequeña capa, se comprime en aproximadamente la mitad de su volumen original, utilizando un tamper neumático. Este proceso se repite iterativamente hasta que el marco está lleno de tierra compactada, retirando la madera y dando forma a una pared de tierra apisonada independiente.
Para corregir algunas de las deficiencias de esta antigua técnica, se pueden tomar medidas adicionales para mejorar sus resultados. Por ejemplo, para aumentar su rendimiento térmico, los arquitectos pueden agregar aislamiento adicional a las paredes. Si se aplica externamente, el aislamiento debe ser permeable al vapor para permitir la evaporación; si se aplica internamente, las opciones de aislamiento son mucho más flexibles, aunque el aislamiento no debe fijarse directamente a la cara de la pared. Al considerar los posibles daños causados por el agua, los muros de tierra apisonada deben protegerse con aleros colgantes y ser elevados sobre bases sólidas de al menos 225 mm sobre el nivel del suelo.
A veces, para remediar estas deficiencias y aumentar la capacidad de carga de las paredes de tierra apisonada, se agrega cemento a la mezcla de tierra original como estabilizador. Esta mezcla se conoce como tierra apisonada estabilizada (Stabilized Rammed Earth - SRE) y es común particularmente en Australia. Sin embargo, esta adición puede disminuir la sosteniblidad prometida por la técnica, debido a los altos niveles de carbono incorporado del cemento. Los diseñadores que eligen entre la tierra apisonada tradicional y la tierra apisonada estabilizada, deben considerar el clima, los requisitos estructurales, la durabilidad y la sostenibilidad al tomar su decisión.
La técnica de la tierra apisonada puede ser uno de los métodos de construcción más antiguos conocidos, pero vale la pena ahondar en su actualización para los tiempos modernos. Al ser un material respetuoso con el medio ambiente, fuerte y muy estético, la tierra apisonada tiene un gran potencial para el futuro, tanto como lo como fue en el pasado.
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Este artículo fue publicado originalmente el 12 de Febrero, 2020.