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Arquitectos: PMMT
- Área: 24100 m²
- Año: 2018
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Fotografías:BICUBIK
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Proveedores: Saint-Gobain, Armstrong Ceilings, Breinco, Cerámica Malpesa, ESCOFET, Emco, GEZE, Glass Partners Solutions, Parklex Prodema, RENSON, Sabic, Technal, Tecnomed, Vidurglass
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El nuevo hospital de Manta, ciudad situada en la costa de Ecuador, es el tercer centro sanitario que PMMT Arquitectura, con sede en Barcelona y Madrid, ha construido en este país. Con sus más de 24.000 m2, ofrece servicio a los 200.000 habitantes de la ciudad de Manta, y se ha convertido en todo un referente en el sector, al dotarlo de medidas de accesibilidad universal para hacerlo inclusivo, al adaptarse al sistema de diseño paramétrico que le otorga una gran hiperflexibilidad en sus usos, y por su estructura y fachada sismo resistente. Estos aspectos lo convierten en uno de los hospitales más innovadores a nivel internacional.
En 2016, la provincia de Manabí sufrió un terremoto devastador que destruyó el antiguo hospital de Manta por completo. Ante la gravedad del contexto, se requirió la construcción de un nuevo equipamiento en la mayor brevedad posible y muy eficiente. Por ello, se optó por edificar un centro siguiendo los parámetros del Fluid Hospital, una metodología creada y desarrollada por PMMT Arquitectura. Anteriormente, PMMT, referente en arquitectura sanitaria, ya había construido otros dos hospitales en Ecuador, los de las ciudades de Machala (2016) y Puyo (2013). Ambos, edificios que también precisaron construirse en un plazo muy breve -menos de un año desde el inicio hasta la finalización de la construcción- y con un presupuesto ajustado. El método de trabajo consiste en definir aquellos parámetros que, correctamente combinados, garantizan el buen funcionamiento del edificio así como la adaptación a futuros cambios: se han parametrizado la organización y ubicación de los pasillos en función de su uso, la métrica de la trama y de los bloques, la modulación de fachada, las estrategias para las futuras ampliaciones, los viales, ubicación y jerarquización de los accesos, y la localización de las galerías de instalaciones, así como otras reglas imprescindibles para el inicio de la obra.
Por otro lado, el hospital de Manta incorpora una estructura capaz de resistir los sismos con criterios más allá de la norma: se ha diseñado una fachada capaz de reducir al mínimo los desperfectos que puedan herir a la gente o que dejen al hospital sin funcionamiento. Se ha implementado un sistema articular para que la totalidad de los esfuerzos que se producen en la estructura no se transmitan a la fachada y a las carpinterías, buscando que sean absorbidos con sistemas de muelles y sistemas flexibles entre los diferentes elementos. Y la utilización del policarbonato ha dado como resultado una fachada ligera, de altas prestaciones, capaz de resistir un terremoto mediante la tecnología de las uniones. A nivel formal, destaca el color blanco que define la piel de todo el edificio, y que contrasta con el cromatismo de la arquitectura local. Además, la imagen ortogonal de la trama ordena los espacios en planta: el hospital está distribuido en amplios pasillos generales de circulación y áreas de espera abiertas. Los distintos accesos enfatizan su implantación y permiten disfrutar de cuatro fachadas orientadas de forma cartesiana. El edificio, con sus grandes prismas horizontales perforados por patios, es un espacio modulable, extrovertido, moldeable, fluido, flexible, intercambiable, policéntrico, sectorizado y funcional.