- Área: 200 m²
- Año: 2019
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Fotografías:José Hevia
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Proveedores: ICONICO, Metal Ware, Mobles Ferné
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La Gallery House, junto al Espai Saó, forma parte de un conjunto de intervenciones llevadas a cabo para la bodega Mas Blanch i Jové, situada en el pequeño pueblo de La Pobla de Cérvoles, en Lérida.
La casa es un encuentro entre una casa familiar, un pequeño hotel, y una galería de arte. En el año 2017 los propietarios de la bodega Mas Blanch i Jové decidieron comprar una casa vieja cercana a la bodega, con el objetivo de reformarla para poder dar alojamiento al creciente número de visitantes de la bodega, pero también para poder ser usada por toda la familia en sus reuniones en La Pobla de Cérvoles.
En el proceso de conceptualización del proyecto, el estudio RSA propuso relacionar la casa a la experiencia artística de la propia bodega, representada por el jardín de las esculturas: cada año, un artista-escultor de reconocido prestigio es invitado a construir una escultura en las viñas, con total libertad de tema, localización y material. En el jardín pueden encontrarse obras de Joan Brossa, Frederic Amat, Evru, o la más reciente de Eva Lootz. A partir de ahora, se le pedirá a cada artista que realice una pequeña intervención en la casa, creando una experiencia de conjunto en la visita a las distintas instalaciones de la bodega.
El proyecto plantea una división clara y certera de la casa mediante una cruz que recorre planta y sección, y que abre cuatro enormes ventanas en cada una de las fachadas de la casa, poniéndola en contacto con el pintoresco paisaje del lugar. Esta cruz ocupa y resuelve los espacios de circulación, ensanchados para poder albergar mayor función que la propia distributiva. Estos espacios se revisten de planchas de acero corten, un material identificativo de la propia bodega, omnipresente en las esculturas y obras que Josep Guinovart, reconocido artista íntimo amigo de los propietarios, realizó a lo largo de su vida para esta bodega. El acero, material frío y poco doméstico, representa los espacios de exhibición, alojados en esta cruz. Alrededor de ella, se despliegan los espacios domésticos, con una materialidad completamente opuesta: morteros, cementos y tonos grises en los espacios comunes de planta baja; y maderas, cerámicas y espejos en los dormitorios de la planta alta. La colisión material es directa en la planta superior: del espacio metálico y frío de las áreas de exhibición, se pasa, mediante una puerta con distinto acabado en cada cara, a los ambientes cálidos y confortables de madera de los dormitorios.
El punto crucial de la casa es el centro de la cruz, resuelto mediante un pequeño puente que vuela sobre la planta baja y desde el que se abren las cuatro grandes ventanas, sin marcos: dos pequeños bancos para admirar el paisaje rematan los ejes de los dormitorios; dos vacíos a doble altura protagonizan los lados restantes.
En planta baja, la distribución se desarrolla alrededor de un bloque de cocina, aseos y almacenes, conectando todos los ámbitos en un recorrido circular, aumentando la complejidad interior, y pasando por espacios de alturas variables, comprimiendo y descomprimiendo los espacios; en la planta alta, cinco dormitorios con baños propios ocupan las cuatro esquinas. Un mismo tipo de dormitorio recibe cinco variantes, en particular en los baños, cada uno de un color, destacado por la junta entre piezas cerámicas,la pintura de las paredes, y el color de los propios lavabos.
En el exterior, algunos apuntes denotan el nuevo carácter de la casa: las cuatro nuevas ventanas, que atraviesan las fachadas, con una escala extraña a la propia casa; el revestimiento a modo de alfombra de acero corten de las escaleras de acceso; los nuevos zócalos del mismo material, así como el porche de la entrada, y una mayor homogeneidad en los revestimientos exteriores.
Un nuevo vallado de pletinas de acero corten cierra la casa al exterior, y según el ángulo, la cierra o la abre a la vista del paseante.