- Área: 3161 m²
- Año: 2019
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Fotografías:Juanca Lagares
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Proveedores: Knauf, Lamp Lighting, Roca, Daisalux, Gecol, Gerflor, Gradhermetic, Isover, Soler & Palau, Technal, Weber
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El nuevo colegio Eucaliptus debía ocupar un terreno sin urbanizar de 12.699 m2, en el límite urbano de Olivares, a la espalda del antiguo instituto y justo donde comienzan los campos de labor. En 2013, cuando se convocó el concurso, era urgente la construcción de este nuevo centro educativo debido al incremento de la población de aquellos últimos años y al mal estado de los centros existentes en el entorno.
La propuesta presentada a concurso consideró la situación de precariedad económica de aquellos años, planteándose una edificación en la que no fuera necesario el desvío de la instalación de la alta tensión que cruzaba la parcela (debido al alto coste que suponía) y consumiese el mínimo de ocupación. Finalmente la construcción se demoró más de 5 años y el planteamiento original de construirlo en dos fases (fase 1: infantil y fase 2: primaria) quedó superada y realizándose finalmente la obra en su totalidad. Se tuvo en cuenta las condiciones topográficas del solar, un desnivel de 4 metros y la fragilidad de los muros de contención de las viviendas medianeras hacía que de toda la parcela disponible tan sólo se pudiese plantear la construcción en parte de ella. Se dio una respuesta coherentemente al desnivel de la parcela permitiendo que los espacios obtenidos fueran útiles a las necesidades planteadas. Patios con pendiente plana para situar las áreas de juego, independizar zona de juegos de primaria de la de infantil, etc. Con esta solución planteada quedaban definidos y separados los dos niveles educativos de primaria e infantil
Dentro del edificio los recorridos separan y conectan de forma directa y clara las distintas áreas funcionales. El proyecto plantea accesos claros y diferenciados para alumnos y vehículos. El acceso principal al edificio, situado en medio de la nada, se realiza bajo tres umbráculos, que sirven de referencia al lugar y donde los niños y padres puedan reunirse antes de entrar a la escuela. Protagonista principal de la nueva escuela será el atrio central porticado sobre el que gira toda la edificación. Un espacio controlado destinado al recreo de infantil y sin apenas referencias del inhóspito exterior. La solución arquitectónica huye de ser pretenciosa y complicada, pero sí trata de dar una imagen de arquitectura individualizada, que refleja su carácter institucional. Procura un ambiente confortable, alegre y limpio, que contribuye, no sólo a facilitar la actividad docente, sino también a desarrollar en los alumnos hábitos de convivencia y de buena relación con el entorno escolar.