Viajar por Japón puede ser una experiencia impresionante para un turista occidental - especialmente si éste tiene alguna relación con la arquitectura. Además de las enormes diferencias culturales, el país es conocido por una producción arquitectónica riquísima -ocho de los 42 galardonados del Premio Pritkzer son japoneses- que mantiene su consistencia desde los años 1960.
En el libro Japan Diaries: Architecture and more, de a + t arquitectura publishers, Aurora Fernández Per y Javier Mozas viajan por diversas regiones relatando una imagen subjetiva y más amplia del país. Mezcla de diario de viajes y catálogo de edificios, el volumen reúne algunos de los proyectos más instigadores construidos en las últimas décadas en las mayores ciudades de Japón.
A continuación, presentamos los edificios visitados en Tokio y su región metropolitana, acompañados de un breve relato de los autores sobre las obras.
Torre de cápsulas Nagakin / Kisho Kurokawa (1972)
“Kisho Kirokawa acertó al priorizar la relación entre el individuo y la metápolis frente a otros vínculos sentimentales o familiares. Acertó al profetizar la vida en soledad junto a millones de soledades –el gobierno japonés estima que para 2040, el 39% de la población se compondrá de personas solas– pero sobrevaloró el poder del arquitecto sobre sus obras.”
Centro de Prensa y Difusión Shizuoka / Kenzo Tange (1967)
“En medio de esta madeja de flujos, el mástil de Tange se alza recio en la esquina de Sotobori Dori, en Ginza. Los voladizos asoman por encima de la autovía, desentendiéndose de lo que ocurre a ras de suelo. El soporte es tan monumental que los módulos de oficinas parecen deproporcionadamente reducidos, como pequeños koalas abrazados a un tronco de eucalipto.”
Terraza Hillside / Fumihiko Maki (1969-1998)
“Hillside Terrace es una ciudad en miniatura que tardó más de treinta años en completarse, con edificaciones de pequeña altura, espacios públicos interconectados, muretes, umbrales, pasajes y vegetación.
Casa Na / Sou Fujimoto (2007-2011)
“La desmaterialización de la fachada, que produce una primera impresión de fragilidad, se equilibra con el resto del volumen, más cerrado a medida que se interna en la parcela.”
Museo Sumida Hokusai / Kazuyo Sejima and Associates (2016)
“El espacio de la plaza penetra en la planta baja a través de unas rasgaduras que me recordaron a las cortinas que cuelgan en los bares de ramen. La penumbra de estos huecos contrasta tanto con el aluminio que los convierte en fisuras llenas de intriga.”
Edificio New Sky / Yoji Watanabe (1972)
“Las capsulas fueron montadas por partes sobre una estructura metálica. No son módulos fabricados en tres dimensiones, sino paneles de fachadas y forjados que se van ensamblando a la estructura.”
Casa Pequeña / Kazuyo Sejima e Ryue Nishizawa (2000)
“Una se pregunta si fue primero la forma o el programa. La parcela es tan comprometida que la casa parece una colegiala en el Metro, temiendo ser agredida en hora punta.
Habitación Moriyama / Office of Ryue Nishizawa (2005)
“Esto es –debió pensar Ryue Nishizawa– lo que quiero: un nuevo paisaje y una vivienda más libre, que proponga usos en vez de adaptarse a viejos estándares que ya no funcionan. Lo colectivo y lo privado fluyen a voluntad de los usuarios, de manera puntual, en el tiempo más que en el espacio.”
Habitación en Okurayama / Kazuyo Sejima and Associates (2008)
“Es un universo mínimo, una ciudad encantada entre muros de hormigón, ajena al run run del tren elevado y al bullicio comercial que rodea la estación de Okurayama. Es un mundo curvo y pequeño en donde los usos están mezclados, entrelazados en las vidas de sus habitantes.
Biblioteca de la Universidad de Tama / Toyo Ito (2007)
“Seguimos avanzando y veo el edificio dominando la colina, parece una imagen virtual. Solo los accesos, con unas carpinterías bastante terrenales me devuelven a la realidad. No tengo palabras para describir la sensación que me causó este edificio. Las dudas han desaparecido.”
Instituto de Tecnología Kanagawa / Junya Ishigami (2008-2010)
“La fronda de soportes se aclara o se espesa entre mesas, prototipos y bancos de trabajo. Un avión planeador blanco, suspendido del techo mediante cables y poleas, se camufla entre el follaje. La vegetación repartida por la sala parece aclimatarse bien a este entorno. Los vidrios son tan transparentes que los árboles están casi dentro, formando parte de la naturaleza climatizada.”
Para saber más sobre el libro, ingresa a la página de a+t architecture publishers.