- Área: 160 m²
- Año: 2019
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Fotografías:Roberto D´Ambrosio
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Proveedores: Amanco, H&M, Hermanos Seas, METALCO, Pedregal
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Ante la decisión de una pareja joven de comprar un apartamento en altura cerca de su trabajo, pero que les habría costado el doble por un tercio del área de esta casa, se orientaron por vivir un tanto más lejos y estar ligados a los centros de población más pequeños de La Garita y Atenas. Esto puso en relevancia las tradiciones constructivas de estos pueblos viejos y de fuerte relación con sus fronteras rurales/naturales; en este sentido se considera la casa como una extensión de la sombra de los árboles que bordean la quebrada que a la vez delimita el terreno, también se usan piedras, juncos y un pequeño puente asociables a estos cuerpos de agua.
De igual manera se hace uso de ladrillos ornamentales de barro que aparecen en casas y tapias tradicionales, para hacer un frente neutro más vinculable con la infraestructura que con otras casas nuevas del residencial, que tienden a competir entre sí en vistosidad. Este muro se usa para atenuar la orientación alargada hacia el este (en un pueblo de por sí caluroso) irrenunciable por la geometría del terreno, además se separa de la casa para crear en medio un colchón de aire y agua (alimentado por los colectores pluviales).
Sobre el muro se deposita la cubierta a manera de un solo plano manipulado según reglas claras de plegado, que responden a configurar el espacio en su límite superior de una manera directa y descomplicada. La separación entre los topes de las paredes y el techo se dejan abiertas de manera similar al espacio intersticial de las casas vernaculares donde los niños jugaban, en este ámbito asociable a la privacidad, seguridad y a la recreación se crean algunos aposentos de uso personal.
Hacia el costado oeste se aprovecha la barrera de árboles para subir la cubierta y lograr ver sus copas, pero cuando es necesario se usan portones con “caña brava” para oponer masa orgánica a la radiación que logra colarse por entre los árboles, al abrirse estos portones por completo se integra la casa con la pequeña terraza, el patio y la quebrada.
En resumen, se logra una casa que satisface las expectativas de una pareja de clase media costarricense que en buena medida sufre de la discrepancia entre sus anhelos y su capacidad de pago, creando más espacio de calidad con menos materia y de menor costo.