- Área: 500 m²
- Año: 2018
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Fotografías:Nicolás Di Trapani
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Proveedores: Bosch & Cia, Gonzalo Arevalo, Julio Cesar Balsamo Marmoles, Maguinor, Niwa Aluminio + Cristales
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Se trata de un edificio cuyo programa es el de las oficinas de una empresa de Negocios Rurales, a implantar en el tradicional barrio jardín de Carrasco, Montevideo, Uruguay. Participamos en la selección del terreno, considerando su ubicación en dicho barrio, esquina con orientación Noroeste. Sobre la Avda. Rivera, eje central del barrio Carrasco Sur, a 5 cuadras de la Rambla Costanera y misma distancia a Avda. Italia, dos vías de mucha importancia de Montevideo. Se logró una buena accesibilidad de distintas partes de Montevideo y Canelones, y al mismo tiempo está inserto en pleno Barrio jardín.
Es un terreno esquina de unos 1.750 m2, con retiros en ambos frentes y en ambas medianeras, según la implantación original del tradicional Chalet pre existente. Dicha construcción fue reutilizada, demoliendo todas sus divisiones interiores, pero manteniendo su “cascara”, amoldando su volumetría original y generando una metamorfosis hasta llegar al resultado final.
A la casa existente de planta rectangular pura, con techos a dos aguas de tejas, tradicional del barrio, se le planteó un nuevo volumen de similares características, paralelo, sobre el límite del retiro frontal de la calle Nariño. Ambas naves se conectan mediante un volumen de techo plano, vidriado, que cumple el papel de acceso principal y distribuidor de las distintas áreas y ambientes del edificio.
Esta implantación, su mayoría en planta baja, y con forma de “U” forma un patio interno de mayor intimidad, abierto al norte, donde se proyectó un espejo de agua, constituido por una fuente enjardinada. La idea es generar distintas sensaciones a los ambientes interiores que dan directamente al patio, como ser ambas salas de directorio, la recepción y los despachos de los Directores.
El diseño interno de la planta general fue pensado para que cada ambiente, cada oficina, sala de reuniones, recepción, cafetería y hasta algunos de sus baños, tengan contacto directo con el exterior. Un exterior que se planificó para ser un gran jardín en su conjunto, pero al mismo tiempo segmentado por el paisajismo, la implantación de las construcciones, los distintos canteros y la disposición de mobiliario exterior. Es así que se logró que cada oficina tenga su propio jardín, conectado directamente por ventanales, para recreación o reuniones informales al aire libre. Incluso en la planta alta se dispuso una terraza enjardinada y amueblada.
La volumetría general, sus líneas y los materiales elegidos fueron pensados para darle un carácter moderno, innovador para el lugar, pero al mismo tiempo buscar no romper con la tradición y características del barrio jardín, a través del diseño de los techos a dos aguas y el revestimiento de madera natural.
Se logró darle la jerarquía que la empresa buscaba pero manteniendo la armonía del Barrio residencial. En el interior se integran sus distintos espacios por medio del uso de grandes paños vidriados divisorios, dándole un toque “industrial” con el uso del hierro como estructura de dichos paños, con algunas paredes bajas que permiten una continuidad visual de sus techos, dando una sensación de grandes galpones y ambientes integrados.