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Arquitectos: Junzi Kitchen
- Área: 1 m²
- Año: 2018
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Fotografías:Andres Orozco
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El espacio está diseñado para abarcar la dinámica vida callejera de Greenwich Village -que una vez fue considerada como un paradigma de vivienda urbana.
Ocupando un espacio en la esquina con grandes ventanas que se extienden a través de las paredes que dan a la calle y un escaparate abierto con paneles plegados en ambos lados, el comedor se convierte en una extensión de la bulliciosa vida en la calle. Inundado de luz natural, este espacio frontal alberga dos mesas comunales en el centro, mientras que la banqueta de abedul está tapizada con líneas de cuero gris claro en la pared posterior, acompañadas de mesas de mármol blanco sobre bases de color verde menta en toda la habitación.
Una barra de bar en la parte de atrás está revestida de verde menta, con una malla de metal iluminada que cuelga en la parte superior, reflejando las vibraciones de la calle en el vecindario. El piso es principalmente de hormigón vertido que difumina el límite entre la calle y el restaurante, acentuado por un rectángulo de baldosas de terrazo gris y blanco con incrustaciones de plata, donde se encuentran las mesas comunales.
Más allá de la barra hay un mostrador de azulejos donde se pide y prepara la comida. Un corredor a la izquierda conecta varios nichos en la pared de ladrillo pintada de blanco para exhibición. Un letrero de neón de color rosa claro se ilumina cuando los invitados se alinean en orden, agregando un tinte de contraste a la paleta de colores. El pasillo termina en la sala de atrás con un comedor más pequeño y tranquilo que alberga obras de arte en las paredes.
En un esfuerzo por replantear la percepción de la cultura china en Estados Unidos, el equipo de diseño se abstuvo de utilizar patrones o símbolos tradicionales y clichés. En lugar de eso, optó por jugar con formas simples y una paleta de colores contrastante, dijo el arquitecto Xuhui:
La inspiración de color vino a través de un recuerdo de la infancia en la temporada primaveral del norte de China, cuando las familias elaboran este tipo de alimentos siguiendo la tradición del calendario lunar. De color verde menta contra blanco nieve y junto a la textura cálida del abedul natural, la combinación captura perfectamente el aspecto, el olor fresco y el espíritu de germinación y crecimiento, que es la clave para el ambiente
Las baldosas de porcelana verde menta, hechas a medida, cubren el mostrador de servicio, contrastando con el concreto de ladrillo blanco y gris claro que recubre el espacio. Las diferentes caras de la fachada de la tienda tienen un acabado meticuloso en verde menta y blanco, creando un efecto visual en blanco puro a lo largo de la calle, combinándose con la estética del emblemático edificio.
La iluminación colgante de latón, con un acento metálico, iluminado por bombillas esféricas de color blanco lechoso transitan en el espacio de día a noche. Para dar cabida a múltiples servicios dentro de un espacio, el equipo de diseño introdujo un plano de planta versátil, junto con un sistema de iluminación que brinda colores y sombras dinámicos en todo el espacio, para ajustar el ambiente con los cambios de música, menú y tiempo.