- Área: 19500 m²
- Año: 2018
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Fotografías:Héctor Santos-Díez
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Proveedores: Porcelanosa Grupo, Butech, Hansgrohe, SGG CLIMALIT
“No es el ángulo recto que me atrae, ni la línea recta, dura, inflexible, creada por el hombre. Lo que me atrae es la curva libre y sensual, la curva que encuentro en las montañas de mi país, en el curso sinuoso de sus ríos, en las olas del mar, en el cuerpo de la mujer preferida” Oscar Niemeyer.
Este es un proyecto que uno sueña construir, sin confiar en que se hará realidad. Fue rechazado en varias ocasiones por arriesgado y atípico. Afortunadamente, Inmoglaciar, la empresa promotora, apostó fuerte por él.
La normativa obligaba a alinear la fachada un 75%, solo teníamos un 25% para “jugar”. El primer gesto fue un empalme curvo entre dos fachadas alineadas. Si la normativa hubiera obligado al 100%, no estaríamos hablando de Terrazas del Lago. Si hubiera dado más libertad, el proyecto habría sido más arriesgado y quizá no habría visto la luz.
La profunda crisis en la que nos encontrábamos sumidos en España cambió completamente el en-foque del sector inmobiliario. Se redefinió el concepto de vivienda. Se empezó a escuchar a un cliente empoderado tras muchos años de encontrarse relegado a un segundo plano, planteando viviendas más grandes y atractivas, con amplias terrazas.
Se respondió a estos condicionantes orientando el edificio hacia un gran parque en el extremo Sur de la parcela, logrando para Buena parte de las viviendas unas enormes terrazas con unas vistas impagables. Éste vector compositivo, le da al edificio un aspecto costero, casi náutico. Al igual que los edificios que tienen vistas al mar, Terrazas del Lago creció bajo la influencia de un polo de atracción.
La curva de la esquina se traslada a las terrazas, junto con una leve inclinación del peto, para su finalización más suave y orgánica. Resuena en cada detalle, desde la jardinería al diseño de la medianera.
Con este criterio, se diseña una fachada de textura heterogénea rompiendo el típico paradigma de bandas horizontales.
El equipo humano que intervino por parte de Inmoglaciar, Avintia y Morph era realmente excepcional y se tomaron como algo personal materializar un nuevo icono en el cielo madrileño. El apoyo de la promotora y de Porcelanosa para poder realizar la fachada con Krion también ha sido vital.
Es uno de los primeros edificios con calificación energética A de Madrid, e incorpora una distribución interior que optimiza las estancias interiores, resolviéndose la práctica totalidad de las curvas gracias a las terrazas que dan nombre al proyecto.
Han sido cerca de 7 años desde los primeros bocetos, con muy pocas expectativas de que se materializaran. En este tiempo he aprendido que, si tienes una idea y la proteges, si la abrazas con fuerza, si te rodeas de un equipo que la haga suya, acaba haciéndose realidad, y cuando eso pasa, ves que todos los pasos que se han dado eran necesarios y conforman un gran puzle en el que tú solo eres una pequeña ficha. En ese momento, te acuerdas de por qué eres arquitecto.