Las dinámicas de los habitantes de las ciudades se conforman de acuerdo a su cotidianidad, lo que incluye las labores que desempeña, sus horarios para cada actividad y el medio de transporte que usa. Adicionalmente, la condición física y mental sostiene la interacción entre las personas y las calles. Se trata de una experiencia completamente subjetiva de acuerdo a la edad, estatura, o alguna condición física que implique la ausencia de alguno de los sentidos o parte física.
Las personas caminan, cruzan los semáforos cuando sus ojos ven que la luz lo indica, mientras simultáneamente van escuchando una lista de reproducción musical en el celular. Conocen las texturas porque las ven, saben hacia donde corre el viento a través de la mirada. Saben que sienten la ciudad sin profundizar la información recibida por medio de cada sentido.
El arquitecto Chris Downey, reconocido por su labor en el campo arquitectónico, vive con discapacidad visual desde hace 10 años. A través de una charla para TED Talks, habla acerca de los miedos de recorrer una ciudad como Oakland (Estados Unidos) sin poder ver y del proceso desde el momento mismo de sentir la ausencia del sentido de la vista hasta construir una nueva rutina para lograr hacer las mismas cosas de manera diferente:
Realmente me sorprendió la sinfonía de los sonidos sutiles que me rodeaban en la ciudad y que te permiten escuchar y trabajar para comprender donde estás, como debes moverte y a dónde debes ir
Compara la diferencia entre vivir la ciudad con y sin el sentido visual, visitando los mismos lugares, recorriendo las mismas calles e interactuando con las mismas personas. Seguido a esto, manifiesta como se despierta una conciencia mayor sobre el sentir las calles, desde sus olores, pasando por las texturas perceptibles especialmente con los pies y las manos catalogándolo como una vivencia multisensorial que nunca vivió antes de perder la vista. Gracias a esto empezó a encontrar la oportunidad de notar los cambios urbanos en su entorno.
Comparte lo positivo que puede resultar el proyectar una ciudad, llegando a tener una enriquecida red de andenes y senderos urbanos. Los espacios peatonales entre calles y edificios estarían mejor pensados para toda la población con tan solo considerar las necesidades de la población invidente.
La postura de Chris Downey se basa en “aprender a confiar en los sentidos no visuales para estar dispuestos a percibir los sucesos urbanos que antes ignorábamos. Se trata de abrir las puertas a un mundo nuevo de información sensorial”.
