'Cortina de ladrillo' es un pequeño edificio de oficinas en Karnal, una ciudad en el estado de Haryana, India. La oficina tuvo que ser reubicada de una calle comercial muy concurrida a una zona residencial sin gran carácter arquitectónico. La intervención tenía que ser sutil pero audaz en su identidad. El espacio de la oficina tenía que construirse como un anexo a la residencia, para una familia de contadores públicos. El espacio utilizado fue una terraza de 75 m2 en el segundo nivel y una pequeño espacio que era un jardín, en el primero. La casa, que era un terreno en esquina, permitía dos entradas independientes, una para la residencia y la otra para la oficina. La nueva estructura tenía que albergar tres cabinas de oficinas, un espacio de trabajo para ocho a diez empleados y una sala de espera.
El sitio al estar restringido por sus medidas de 3.5 x 20 metros no permitió muchas posibilidades en términos de zonificación y diseño de las funciones de la oficina. El informe requería que el espacio de trabajo y las cabinas de oficinas estuvieran cerca, y como resultado estas funciones se asignaron en el segundo piso, mientras que en la planta baja se ubicó la sala de espera. Ubicado entre el edificio vecino y la casa existente, el espacio atrae luz natural y ventilación desde un tragaluz, además de sus aberturas en el lado delantero y trasero. Un espacio de doble altura convertido en un pequeño patio jardín junto a la sala de espera de recepción marca la entrada a la oficina, lo que resulta una agradable sorpresa. Este patio recuerda al jardín original. El espacio de transición de doble altura extiende visualmente el patio hacia el cielo, mejorando la relación exterior-interior. La oficina se acentúa gracias a una paleta de colores claros y un simple mobiliario, jugando con composiciones de luces y sombras para crear un lugar de trabajo cálido y moderno.
A diferencia de los espacios interiores, el exterior es terroso y robusto en su estética. Una fachada de 3.5 x 7.5 metros en el lado oeste es la única interfaz que la oficina tiene con la calle, mientras que una pequeña porción en el lado norte interactúa con el jardín de la casa existente. El gesto de alguien que "entra desde la calle moviendo una cortina" ha sido capturado en su fachada. Esta intención es provocada por una superficie que se curva como una tela. Un material fácilmente disponible como el ladrillo permite que la elevación sea terrosa y aún mantenga la expresión dinámica. Se desplegó un sistema repetitivo de colocación de ladrillos para permitir a los albañiles locales crear cuidadosamente el giro de 90 grados en toda la altura de la fachada. El resto de la elevación se desarrolló como una composición de jalis de ladrillo y texturas complementando la pared curva. La elevación actúa como un umbral entre la calle y el patio interior y le da una nueva identidad a una empresa de 30 años que podría haberse perdido en el proceso de reubicación.