- Área: 461 m²
- Año: 2017
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Fotografías:Carlos Díaz Corona
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Proveedores: Construlita
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Dos volúmenes dislocados y separados por una franja de luz que aloja un patio y el ingreso recibidor dan lugar a esta residencia unifamiliar de dos niveles con tres recamaras, sala, cocina, comedor y programas complementarios que logran incorporar al paisaje circundante por medio de la transparencia y los vacíos.
La idea principal de esta casa surge por la dislocación de dos volúmenes antagónicos, el primero representa la materia: cerrado de concreto dispuesto de forma horizontal flanquea la calle y resguarda el resto de la vivienda, al interior de este cuerpo se albergan las recamaras secundarias en planta alta y los programas públicos en planta baja. El segundo volumen se contrapone al cerrado por su transparencia: representa la luz, la penetración del exterior y el vacío. Dispuesto de forma vertical se abre hacia las áreas públicas albergando la recamara principal en planta alta, y la cocina, el comedor y el estar en planta baja creando una conexión con el paisaje y las terrazas exteriores.
La casa se desarrolló bajo dos volúmenes puros y sencillos, desde la calle te enfrentas a la casa por medio de una camino lateral que te lleva al ingreso rodeando un cuerpo cerrado de concreto, al abrir la puerta te recibe una doble altura rematando al frente con un jardín, creando una sensación de interior – exterior, hacia el lado derecho se encuentra un recibidor y las áreas de servicio, de lado derecho las circulaciones verticales y después de estas, atravesando un pasillo, se encuentra un volumen transparente, el espacio se abre hacia las áreas públicas, cocina y comedor te reciben para después pasar al área de estar que se conectar a las terrazas y el jardín. En planta alta accediendo por la circulación vertical encuentra de lado izquierdo las recamaras secundarias resguardadas en un volumen confinada, opuesto a esto se encuentra a la recamara principal que se accede por medio de un pasillo que por un lado se encuentra con la doble altura del ingreso y por el otro se abre al jardín de la planta baja, el final del pasillo desemboca en la recamara principal que desde su terraza se puede ver la ciudad.