- Área: 1123 m²
- Año: 2018
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Fotografías:BICUBIK – Felipe Cobos
El sitio
El campus La Trabana de la Universidad del Azuay se ubica a 30 km del centro histórico de la ciudad de Cuenca, en la parroquia rural San Pedro de Quingeo, que es Patrimonio Cultural de la Nación Ecuatoriana. El sitio, con 24 hectáreas de extensión, se había dedicado a la producción agrícola hasta mediados de 2017. A partir de este momento se decide cambiar su uso y generar un nuevo campus que, cubriendo las nuevas necesidades de infraestructura de la Universidad, genere un programa amplio para actividades académicas y de esparcimiento de los docentes y empleados.
El encargo
La recién formada Consultora de Arquitectura y Urbanismo recibe como primer encargo la planificación general del campus y el desarrollo de un primer proyecto del mismo: un Centro de Encuentros, que se emplazaría en la parte baja, junto al río, en el área con mejores características paisajísticas. Con el fin de realzar el valor patrimonial de la zona, se opta para este primer proyecto, por reciclar dos elementos arquitectónicos pre existentes: la casa de hacienda y la casa del guardián. En estas, con el tiempo, se habían realizado una serie de adiciones que desconocían el valor de su construcción tradicional. Todo el complejo se había utilizado como bodegas, por lo que presentaban un deterioro significativo.
Un nuevo uso
Se decide restaurar y rehabilitar estas edificaciones respetando y aprovechando su valor patrimonial. Se remueven las adiciones y se elimina un parqueadero que servía para carga y descarga de productos. La casa hacienda cambia su uso a un Centro de Encuentros. Para esto era necesaria una ampliación en la que se reubica la circulación vertical, que antes interrumpía la continuidad del salón principal y se ubican baterías sanitarias. Esta reforma genera una simetría en la edificación, aclarando su tipología. En la casa antigua del guardián se implementan, en cambio, oficinas administrativas y baterías sanitarias para las áreas exteriores.
Para completar el conjunto se concibe la plaza como un elemento integrador y centro de actividades del proyecto. Su trazado realza los elementos de la casa devolviéndole su protagonismo. Todo el proyecto está acompañado de jardines exteriores que pasan a formar parte del paisaje, definiendo las áreas de estancia, tránsito y de contemplación. El programa se completa con una cancha de fútbol, que es la mínima reglamentaría para partidos oficiales. Se incorpora también una cancha de voleibol y un parqueadero para 62 vehículos y dos buses.
El agua, el fuego y el horno
Los materiales usados: adobe, madera, ladrillo, piedra bola y adoquín, evocan los sistemas constructivos de la tradicional parroquia de Quingeo. Asimismo se incorporan elementos característicos de la cultura regional, expresados a través del uso de los elementos de la naturaleza. En un apartado de la plaza, en la zona con mejor vista, se ubica una pileta de piedra, donde el agua registra un leve movimiento y un intenso sonido.
El fuego, sobre la plaza, abriga e invita a la reunión mientras se disfruta del conjunto. Finalmente, el horno de leña existente se recupera como un lugar de encuentro para la práctica de la gastronomía tradicional. Así, el proyecto se concibe buscando en todo momento generar espacios que evoquen. Visitar La Trabana debe ser una experiencia que despierte los sentidos e invite con ansias a regresar.